"21 días" con personas dependientes, mañana en Cuatro

MADRID
SERVIMEDIA

Cuatro emitirá este lunes (23.15 horas) una nueva entrega del programa "21 días", que relatará las tres semanas de convivencia que en esta ocasión ha pasado la periodista Samanta Villar con personas dependientes.

Villar convivirá y cuidará durante 21 días de personas enfermas, discapacitadas y mayores, para conocer de cerca sus necesidades y la forma en que superan cada día sus dificultades.

Samanta ha pasado 21 días en la casa de Sonia, Marco y Marta. Sonia es una absoluta heroína de la vida. Está separada y trata de que, por encima de todo, su hijo Marco sea feliz y disfrute del momento. Marco padece la enfermedad de Ducchene, una dolencia degenerativa que conlleva una pérdida progresiva de la masa muscular.

Sonia es una mujer sola que lucha por mantener a flote a su familia: una mileurista que trabaja en la limpieza y, además, paga la hipoteca de su casa. Apenas le alcanza para llegar a fin de mes. Junto a ellos está Marta, la pequeña, que apoya incondicionalmente a su hermano y le ayuda en todo lo que puede.

Samanta se ve inmersa en una rutina que comienza diariamente a las 6 de la mañana. Sólo el hecho de trasladar a Marco de la silla al baño, o a la cama, es una odisea. Una grúa pequeña, una casa no acondicionada y la poca fuerza y enorme voluntad de su madre hacen que el milagro sea posible cada día.

Marco es un chico inteligente, responsable, divertido y totalmente lúcido. Evita por todos los medios que nadie le compadezca y siempre pone como ejemplo a su madre, la única que puede llegar a entenderle, la única que sabe cómo ayudarle porque le hace reír.

Cuando charla con su primo Aitor, que padece su misma enfermedad, los dos hacen carreras en silla de ruedas, a ritmo de una canción de Tequila. Hablan de tener novia, pero Marco tiene muy claro que antes prefiere curarse.

Samanta entra en la casa temiendo hacerse cargo de Marco. Está preocupada por la habilidad y delicadeza que conlleva, pero poco a poco, y con la ayuda de éste, se atreverá a bañarle, vestirle, limpiarle y trasladarlo a la silla o a la cama. A lo largo de estos 21 días Samanta seguirá la lucha de Sonia, su madre, con la Ley de Dependencia. Sonia recibía asistencia domiciliaria, pero dada su precariedad prefirió cambiarla por ayuda económica. Pero su valoración aún sigue en trámite.

DOS JÓVENES

Pero el caso de la familia de Sonia no será el único. Samanta toma conciencia de una historia de amor. Se trata de un viejo matrimonio. Él ha abandonado su trabajo y su “vida” para cuidar a Tere, que padece alzheimer. A pesar de que ella no le reconoce, ni habla, confiesa que no se siente solo. Tiene la suerte de lo que les queda: estar juntos.

También están Ana María y sus padres. Ana María padeció anoxia perinatal (falta de oxígeno en el parto) y sus padres dedican todas sus horas a su pequeña. Ahora sólo piden un centro de día donde su hija esté estimulada y atendida por profesionales.

Ángel es un joven con un cien por cien de minusvalía, nula movilidad y que necesita una máquina de oxígeno para respirar. Desde siempre ha vivido con sus padres: él albañil y ella al cuidado de él y de sus hermanos. Han solicitado tres veces la ayuda que concede la Ley de Dependencia, pero nunca han obtenido una respuesta efectiva.

(SERVIMEDIA)
28 Feb 2010
JRN/caa/gja