Según la última estadística publicada por el Consejo General del Poder Judicial, durante el año 2014 se incrementaron en un 6,9% el número de disoluciones matrimoniales, en comparación con el año anterior, alcanzando la cifra de rupturas más alta desde el año 2007.

Entre las recomendaciones que hace la Abogacía están la elección del régimen económico del matrimonio, que puede ser de gananciales, separación de bienes o participación en ganancias, un modelo con muchas ventajas, indica el decálogo.

Destaca también el valor de los acuerdos prematrimoniales sobre pensiones compensatorias, dependiendo del tiempo de atención que se piense dedicar a los hijos cuando nazcan, el tipo de educación que se les quiere dar o detalles sobre el domicilio familiar.

Citan también la posibilidad de suscribir acuerdos convenciales cuando no hay matrimonio o la existencia de otras herramientas que ayudan a las parejas a alcanzar acuerdos que eviten el paso por los tribunales, como la mediación.