Desarrollan nanopartículas que atacan tumores cuando se estimulan con ultrasonidos
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Un equipo de investigadores de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) ha diseñado nanopartículas porosas de sílice que liberan en un tumor el fármaco contenido en su interior cuando se activan con ultrasonidos, una tecnología probada in vitro en células de cáncer de próstata “que podría utilizarse en cualquier hospital que cuente con un equipo de ultrasonidos”.
El método, diseñado por investigadores de la UCM y el Centro de Investigación Biomédica en Red de Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina (Ciber-BBN), se ha probado in vitro en células tumorales de cáncer de próstata.
“Al aplicar el ultrasonido, se modifica el polímero que recubre a la nanopartícula –de unos 200 nanómetros de diámetro– que a su vez tiene encerrado el fármaco”, explica en un comunicado María Vallet-Regí, investigadora del departamento de Química Inorgánica y Bioinorgánica de la UCM y autora principal del estudio, publicado en la revista ‘ACS Nano’. “Esta modificación del polímero deja espacios huecos por los que puede escaparse el fármaco”.
La nueva tecnología permite cargar fármacos en los poros de las nanopartículas y abrirlos desde el exterior por medio de un equipo de ultrasonidos que puede encontrarse en cualquier servicio de rehabilitación, lo que “facilita y universaliza su posible uso en hospitales sin necesidad de grandes inversiones”, mantiene Miguel Manzano, investigador del mismo departamento de la UCM y otro de los autores del trabajo.
El estudio revela que las nanopartículas no son citotóxicas, es decir, que son aceptadas por las células sin causarles toxicidad y que el efecto nocivo solo se producirá cuando se expulsen los fármacos encerrados en ellas, al estimularlas con los ultrasonidos.
Los investigadores trabajan ahora para que estas nanopartículas sean selectivas a tumores concretos. “Estamos modificando su superficie para que tengan terminaciones que busquen, específicamente, a determinadas células tumorales”, indica Vallet-Regí, que precisa que en caso contrario, podrían dirigirse a cualquier célula y, por tanto, atacar también a las sanas.
Para conseguir su objetivo, los científicos, en colaboración con el Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid, quieren introducir las nanopartículas en células mesenquimales de placenta y que sean ellas las que las transporten hasta el tumor. Una vez allí, con ultrasonidos, se liberaría el fármaco y la célula maligna moriría.
“Las células mesenquimales tienen capacidad de migrar hacia tejidos cancerosos porque originalmente están diseñadas por la naturaleza para ir hacia lugares donde hay mucha actividad celular, que es lo que ocurre en los tumores”, señala la investigadora.
(SERVIMEDIA)
27 Oct 2015
IGA/caa