Carne. El catedrático de Bioquímica Antonio Villarino afirma que no hay que demonizar a la carne roja

MADRID
SERVIMEDIA

Antonio Villarino, catedrático de Bioquímica y experto en nutrición, afirmó hoy que no hay que demonizar a la carne roja, de la que deben limitarse las cantidades en el consumo humano, como ocurre con la procesada, que es “peor” que la anterior para la salud.

Villarino hizo estas consideraciones en una entrevista concedida a Onda Cero y recogida por Servimedia, tras la publicación este lunes de un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que advierte de que la ingesta de carne procesada incrementa el riesgo de tener cáncer de colon y alude también a los posibles peligros para la salud de la carne roja.

Este catedrático de Bioquímica aclara que se puede comer carne y que lo que hay que hacer es no consumir demasiada. “Se puede comer carne. Y esto no es nada nuevo, comer demasiada cantidad de carne, tanto la roja como la procesada –bien es cierto que es peor la procesada– es desaconsejable”, dijo.

Y añadió: “Hay que comer unas cantidades razonables, cosa que ahora mismo no se está cumpliendo en muchos países, entre ellos España", donde la “cultura del chuletón” está aumentando mucho el consumo.

La carne, detalló, “se debe ingerir dos o tres veces por semana y, sobre todo, moderar las cantidades”, ya que ahora existe “una cultura del chuletón que incrementa mucho el consumo”.

“Ahora se toman cantidades demasiado altas de carnes rojas y eso puede tener su cierto peligro, que luego habría que evaluar”, insistió este experto, que agregó que ocurre lo mismo con las carnes procesadas.

En este sentido, quiso romper una lanza a favor del jamón, que también es carne procesada y del que aseguró que “las bondades son mucho mayores que los riesgos”.

Finalmente, este experto en nutrición aludió a la importancia que tiene también la forma de cocinar la carne para la salud humana. “Si usted prepara una carne con un tipo de aceite que no sea saludable, pues va sumando. Si usted añade patatas fritas de estas precocinadas, se incrementan la cantidad de grasa que se toma, y calóricamente no es tan saludable”, indicó.

Y eso, finalizó, “afecta a largo plazo al cáncer. Las carnes, cuanto menos elaboradas y procesadas estén, mejor. De todas formas, los peligros de cáncer son pequeños”.

(SERVIMEDIA)
27 Oct 2015
IGA/caa