Cambio hora. Llega el horario de invierno, “potenciador” de la tristeza

- Puede causar pequeñas molestias de sueño en niños y mayores

MADRID
SERVIMEDIA

Este domingo se estrena el horario de invierno, que obliga a retrasar los relojes 60 minutos y que hace que los días sean más cortos y 'grises', lo que “potencia” la tristeza en los propensos a sufrirla y las “molestias pasajeras” en el sueño de niños y mayores, y de los que lo tienen frágil.

El cambio de hora, unido al clima del otoño, es “un potenciador” de la tristeza para los que son propensos a padecerla, que ven cómo las posibilidades de apoyo social se reducen al poder pasar menos tiempo en la calle, y que, en algunos casos, derivan incluso en depresión, según explicó a Servimedia Guillermo Fouce, psicólogo social y presidente de la Fundación Psicología Sin Fronteras.

Fouce quiso dejar claro que ni el cambio de hora ni el otoño son, por sí solos, causa de depresión, sino más bien “potenciadores” o “reforzadores” de un estado de ánimo ya existente, que se intensifica con la variación horaria.

Los horarios, marcados por el ciclo sueño-vigilia, “regulan nuestro ritmo de vida”, por lo que cuando se ve alterado, “se ven alteradas también nuestras emociones”, agregó el psicólogo, que incidió también en el hecho de que ante esta situación suele ser de gran ayuda el apoyo social.

Y como este apoyo se encuentra muchas veces en la relación directa con los demás, a través del ocio, y en otoño es más difícil de obtener por la posibilidad de estar menos tiempo en la calle, prosiguió, las personas propensas a la tristeza la sufren más en esta época del año.

En cuanto a los problemas de sueño relacionados con el cambio de hora, lo primero que hay que decir es que son “menores”, señaló a esta agencia Salvador Tranche, secretario de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC).

Se trata de "pequeñas alteraciones, siempre menores", que suelen afectar a los que ya de por sí tienen el sueño “frágil” y a veces también a algunos niños y, sobre todo, a personas mayores, indicó este facultativo, que hizo hincapié en la importancia de no medicalizar esta situación, que normalmente remite en tres o cuatro días.

Eso sí, añadió, si los problemas de sueño o la irritabilidad persisten más de una semana, sí debe consultarse con el médico de familia.

“SÍNDROME CREPUSCULAR”

En cuanto a los mayores de 65 años, que ya de por sí tienen trastornos habituales de sueño en un 32% de los casos, “los más perjudicados” por los cambios horarios son los que viven con demencia, según informó a Servimedia José Antonio Pérez, presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología.

“Estos enfermos”, detalló el especialista, “con cierta frecuencia tienen un trastorno llamado 'síndrome crepuscular' o 'del amanecer', que aparece cuando va decayendo la luz del sol, momento en que se ponen más inquietos”.

“Si establecemos, según los expertos, que una hora en el día en un organismo sano tarda entre cinco y siete días en recuperarse, imaginemos cuánto tarda uno enfermo”, reflexionó el presidente de los geriatras, quien, como los médicos de familia, aconseja seguir una rutina a la hora de acostarse para minimizar estos trastornos.

Pero ¿por qué afecta el cambio horario? Sencillamente por un tema fisiológico, explicó el vicedirector del Instituto Cajal del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Ricardo Martínez. “El cerebro”, dice, “nos sirve para relacionarnos con el medio exterior y uno de los estímulos que recibimos es el de la luz a través de la retina”.

(SERVIMEDIA)
23 Oct 2015
IGA/NFS/caa