Garzón formalizó en un acto público su intención de concurrir a esas primarias para "representar a mucho más que a Izquierda Unida", y se dirigió expresamente a todos los ciudadanos que se sienten de izquierdas y quieren un programa "rupturista" con el que enfocar no solo las elecciones sino la construcción de un "nuevo país" a medio y largo plazo.

Estuvo acompañado por parte de la lista que él mismo ha propuesto para esas primarias en la provincia de Madrid, así como por parlamentarios y dirigentes de Izquierda Unida, entre ellos el coordinador federal, Cayo Lara. El encargado de presentarle fue el coordinador en Andalucía, Antonio Maíllo, que enfatizó la convicción de Garzón sobre aquello que defiende. "Es buen político", dijo, "porque es buena persona".

Pese a la necesidad de poner las luces cortas en las elecciones de diciembre, Garzón hizo hincapié en enfocar también con las largas para entender que está en juego un nuevo orden social y se disputa entre el neoliberalismo y una alternativa "netamente de izquierdas".

Criticó con vehemencia la "espectacularización" de la política que impide reflexiones serenas y profundas sobre lo importante, y la preeminencia de una "moda" que se ha comido a las ideologías y de "personajes" que han tapado a las personas.

CONVENCER

Defendió un concepto de la política basado en "convencer" a los ciudadanos de las bondades de unas determinadas propuestas concretas, y no en adecuar el mensaje a donde se cree que está la mayor "masa" de votantes.

Defendió su propuesta de trabajo garantizado; la construcción de una nueva estructura productiva con perspectiva ecológica sobre la base de que el capitalismo es "imposible de sostener" durante más tiempo en el planeta; un Estado realmente socialista, democrático y participativo, que combata la injusticia y la corrupción, cuyo concepto de seguridad no sea militar sino civil, relacionado con la pobreza y con la exclusión; una Unión Europea basada en esos mismos principios, y se mostró partidario de impulsar una concepción "feminista" de la vida.

En cuanto al modelo de Estado, dejó claro que no es partidario de la independencia de Cataluña, como tampoco de la de Andalucía, aunque sí defiende el derecho de los ciudadanos a expresarse libre y democráticamente en una consulta, y abogó por una república federal donde todos los pueblos se sientan cómodos.

A diferencia de Podemos, Garzón aseguró que se siente "fuerte" para liderar una mayoría de izquierdas rupturista con el bipartidismo. Además, dejó claro que no le gusta la posibilidad de un gran acuerdo de la izquierda en el que entrara el PSOE, ya que ese bipartidismo ha sido parte del problema y, por tanto, no puede ser la solución.