Durante un encuentro informativo sobre "La reforma del sistema financiero español", organizado por Expansión y KPMG, el director de España y Portugal de BBVA, Juan Asúa, incidió en la importancia de “cuidar elementos como el respeto del marco competitivo, la transparencia en las ayudas, el establecimiento de plazos ordenados para la devolución de las mismas y que sólo las entidades que presenten planes de solvencia a medio plazo obtengan ese apoyo”.

A su juicio, el proceso de reestructuración “está afectando a la reducción del número de jugadores” además de estar “cambiando el perfil y las actividades a las que se dedican las entidades”, con menor peso de la banca de inversión.

En su intervención, el presidente de Banco Popular, Ángel Ron, sostuvo que las entidades menos solventes “tendrán que ser reestructuradas” y que dichos procesos de integración “van a exigir sacrificios”, como la reducción de la red de oficinas y de algunos negocios. “El proceso de reestructuración debe cerrarse ya; para eso se creó el FROB”, dijo.

Sin embargo, esta reestructuración “no puede condicionar las reglas de la libre competencia”, sobre todo en lo que se refiere a las entidades que “sí han hecho los deberes y no han necesitado de ayudas públicas” grupo en el que incluyó a la entidad que preside.

Asimismo, defendió que “España tiene un sector bancario eficiente y muy solvente” con un modelo que no se ha visto dañado por la crisis, que sólo ha afectado a entidades individuales.

El modelo de banca español, añadió, “ha resistido bien la crisis por dedicarse básicamente a la banca comercial y al por menor”, en vez de acumular activos tóxicos y apalancamiento. De hecho, defendió que “tenemos la banca más rentable y eficiente de Europa, de la que se espera una mayor rentabilidad”.

La banca española “no está en el origen de la crisis, aunque se haya visto afectada por el excesivo peso del sector inmobiliario y del endeudamiento de las familias. El sistema es sano y el número de entidades afectadas es reducido”, añadió.

El presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu, defendió que el FROB “está para establecer el marco adecuado” para la reestructuración, aunque “otra cosa es si lo hace a la velocidad adecuada. Ha comenzado el proceso, pero se ha encontrado con algunas trabas en el camino”, ligadas a “las voluntades humanas implicadas”.

Desde su punto de vista, “las ayudas al sistema financiero han quedado bien articuladas, sobre todo tras la intervención de la Unión Europea”.

Con todo, instó a ser “flexible a la hora de buscar soluciones” en el sistema financiero español. “Puede que haga falta encontrar soluciones novedosas (como lo hizo Caja Castilla-La Mancha); hay que tener la mentalidad abierta. El gran problema que puede tener el sistema financiero es el acceso al mercado de capitales”.

El presidente no ejecutivo de Santander Consumer Finance, Antonio Escámez, incidió en la importancia de que la reestructuración sea “eficiente” y consideró que el FROB es “la herramienta adecuada para llevarla a cabo cuanto antes”. Concluir en breve plazo el proceso ayudará, además, a fortalecer la confianza en el sector financiero español y en su capacidad de adaptación.

Escámez afirmó que es imposible demostrar la relación entre el tamaño de una entidad financiera y el riesgo sistémico para el conjunto de las entidades financieras. En su opinión, los problemas llegan por otras causas, como una regulación laxa, fallos en el gobierno corporativo o una mala gestión del riesgo. "El tamaño, no sólo en esto, no es sólo lo más importante", puntualizó.

Por su parte, el presidente de Cajastur, Manuel Menéndez, hizo una defensa del papel “vital” de las cajas de ahorros en el sistema financiero español.

En este sentido, recordó que las cajas constituyen en torno al 50% del sistema y tienen efectos “muy positivas” en la competitividad del mismo.

“Lo equilibrado es que hablemos abiertamente de nuestros problemas con transparencia y, al mismo tiempo, pidamos respeto para las decisiones empresariales que tengamos que adoptar. Somos empresas y tendremos que tomar las decisiones que correspondan, compitiendo con entidades muy fuertes”.

A su entender, una reducción del peso de las cajas en el sistema financiero español redundaría en una pérdida de competencia, perjudicial para el sistema.

RECAPITALIZACIÓN

El portavoz de Economía del Partido Popular, Cristóbal Montoro, incidió en la necesidad de acometer “reestructuraciones decididas” en el sistema financiero para superar la crisis.

A su juicio, el modelo de cajas de ahorros no ha quedado “totalmente inutilizado”, si bien todas ellas, “las que están bien y las que no, tienen un problema de recapitalización”. Por ello, “hay que pensar en instrumentos que tengan capacidad" para llevarla a cabo. "Si no se da a las cajas derechos políticos y de propiedad sera difícil que hagan frente a su futuro con limpieza, claridad y franqueza”, dijo.

Por ello, abogó por que todas las instituciones asuman su responsabilidad. “De una crisis como esta no se sale nadie de rositas”, dijo.

En este sentido, sostuvo que los bancos no pueden dar crédito “sólo a los solventes”, ya que “si no arriesgamos”, si no se asumen un riesgo por los autónomos y pymes que viven una situación difícil, “mal asunto”.

Montoro cargó contra el gobernador del Banco de España y dijo que debería hablar de otros asuntos y no sólo de la reforma laboral. "Que hable de la reestructuración del sistema financiero, que va a paso de caracol", señaló Montoro.

Por otra parte, Montoro advirtió de que si el Gobierno no es capaz de reducir el déficit público tal y como establece el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, la calidad internacional del Reino de España "se resintiría muchísimo".

El responsable económico del PP criticó que el presidente del Gobierno llame "usureros" y "avariciosos" a quienes son sus acreedores. "No es que sean quienes nos tienen que seguir dejando dinero, si no que son a los que debemos", apuntó.