En declaraciones a Televisión Española, Fernández Díaz dijo que tiene claro que lo ocurrido en el tren a la capital catalana “no fue un intento de robo de cobre, sino un sabotaje”.

“Fue claramente un sabotaje”, afirmó el ministro, quien destacó que esta acción tuvo “consecuencias muy graves” para la ciudadanía, motivo que justifica que la Policía Nacional denunciara los hechos como sabotaje terrorista ante la Audiencia Nacional.

Argumentó que este delito está contemplado para cuando se produce la “alteración grave de una infraestructura que presta un servicio básico para la comunidad”, algo que entiende concuerda claramente con interrumpir la circulación del AVE.

Añadió que es la Audiencia la que ahora está indagando en la cuestión y la que tiene “judicializada” la investigación para tratar de determinar quiénes fueron los autores del corte de la fibra óptica que provocó el cese del funcionamiento del tren a Barcelona.