Cada segundo una persona huye de su hogar por los desastres naturales

- Hoy se celebra el Día Internacional para la Reducción de los Desastres

MADRID
SERVIMEDIA

En los últimos siete años, una persona se ve obligada cada segundo a desplazarse debido a los desastres naturales, puesto que estos fenómenos relacionados con el tiempo, el clima, el agua o la tierra (como sequías, inundaciones, temperaturas extremas, inundaciones, terremotos, ciclones tropicales y epidemias sanitarias asociadas) han afectado a una media anual de 26,4 millones de personas entre 2008 y 2014.

Así lo afirma el Observatorio sobre el Desplazamiento Interno del Consejo Noruego para los Refugiados en un informe recogido por Servimedia con motivo del Día Internacional para la Reducción de los Desastres, que se celebra este martes, 13 de octubre.

El informe señala que más de 19,3 millones de personas abandonaron sus hogares por desastres naturales en 2014, de los que más de 17,5 millones lo hicieron por peligros relacionados con el clima (como inundaciones y tormentas) y el resto, por riesgos geofísicos (como terremotos). Desde 2008, los fenómenos asociados al clima o a la meteorología forzaron a 22,5 millones de personas al año a huir de sus hogares (unas 61.650 al día).

Asia, donde vive el 60% de la población mundial y con 16,7 millones de personas desplazadas, representó el 87% del total mundial en 2014, con China, India y Filipinas como países con mayor número de desplazamientos tanto el año pasado como en el septenio entre 2008 y 2014.

EL 87% DE LOS DESASTRES, POR EL CLIMA

Por otro lado, el 87% de los desastres naturales que se produjeron en el mundo durante 2014 estuvo relacionado con el clima, con lo que se mantiene la tendencia de los últimos 20 años en los que las catástrofes climáticas superan a las de origen geofísico en los 10 países más afectados por estos fenómenos, según el ‘Informe Mundial sobre Desastres 2015, de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja’ (FICR), la mayor organización humanitaria del mundo.

El informe señala que durante el año pasado se registraron 317 desastres naturales en todo el mundo, que afectaron a 94 países y a cerca de 107 millones de personas en 2014 (58 millones de ellas, por sequías, tormentas e inundaciones), por los casi 100 millones de 2013. “Hay pocas dudas respecto de que el cambio climático conducirá a un aumento de la frecuencia y la gravedad de los peligros y de las personas expuestas a ellos”, indica la FICR.

Las catástrofes naturales causaron 8.186 muertes en el mundo entero durante 2014, lo que significa un nivel de mortalidad casi un 90% inferior a la media de la última década y que fue el año con la menor tasa de personas fallecidas desde 1986, cuando perdieron la vida 7.303. El informe de la FICR precisa que el número de víctimas mortales por la epidemia del ébola en África occidental (8.600) es más alto que la tasa de mortalidad total por desastres naturales del año pasado.

Este informe indica que China fue el país más afectado por las catástrofes naturales y que un 49% de todos los desastres de 2014 fueron inundaciones y deslizamientos de tierras, que causaron el 63% del número total de muertes y un 34% del de afectados. Entre los más graves están las inundaciones en la India, Pakistán y los Balcanes. Por su parte, la sequía fue la causa de un 39% del total de personas afectadas por desastres.

INDÍGENAS

Por otro lado, Naciones Unidas dedica el Día Internacional para la Reducción de Desastres de hoy a aumentar el grado de sensibilización sobre el uso del conocimiento y las prácticas tradicionales, indígenas y locales.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, recalca en un mensaje con motivo de esta conmemoración que “los conocimientos tradicionales y autóctonos constituyen una base informativa indispensable para muchas sociedades que tratan de vivir en armonía con la naturaleza y adaptarse a fenómenos meteorológicos perturbadores, al calentamiento del planeta y al aumento del nivel del mar”.

En su mensaje, recogido por Servimedia, Ban destaca que, gracias a los conocimientos locales basados en “tecnologías poco avanzadas que se transmiten de generación en generación”, los agricultores de Camerún hacen frente a la sequía poniendo a remojo las semillas de maís y frijoles antes de plantarlas y que “en la región ártica dependemos en gran medida de los conocimientos locales de los pueblos indígenas para entender los efectos del cambio climático, porque lo que sucede en el Ártico no produce efectos tan solo allí”.

MARCO DE SENDAI

El pasado mes de marzo, representantes de 187 Estados miembro de la ONU aprobaron, poco después de que el ciclón ‘Pam’ arrasara el archipiélago de Vanuatu, el Marco de Acción para la Reducción del Riesgo de Desastres después de 30 horas de maratonianas negociaciones en Sendai (Japón) con el fin de sentar las bases para mitigar los daños causados por los desastres naturales hasta 2030.

Se trata del primero de los tres acuerdos globales que Naciones Unidas pretende lograr este año, junto con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, aprobados en septiembre y que sustituyen a los Objetivos de Desarrollo del Milenio, y un nuevo marco sobre el cambio climático en diciembre en París (Francia), que podría reemplazar en diciembre al Protocolo de Kioto.

El acuerdo de Sendai incluye siete metas para reducir las consecuencias de los desastres naturales, entre ellas una reducción sustancial de la mortalidad mundial causada por estos fenómenos entre 2020 y 2030 en comparación a la registrada entre 2005 y 2015, una reducción también sustancial de las personas afectadas en ese mismo periodo y que bajen las pérdidas económicas causadas directamente los desastres en relación con el PIB mundial para 2030.

Las otras metas son reducir los daños en las infraestructuras esenciales, especialmente las sanitarias y las educativas para 2030; aumentar el número de países que cuentan con estrategias nacionales y locales de reducción de desastres para 2020; mejorar la cooperación internacional para los países en desarrollo para 2030, e incrementar la disponibilidad de sistemas de alerta temprana de peligros múltiples y de información y evaluaciones en relación con el riesgo de desastres para las personas para 2030.

Además, el acuerdo de Sendai recoge cuatro prioridades de acción: comprender el riesgo de desastres, fortalecer la gobernanza para gestionarlos, invertir en ellos para fomentar la resiliencia, y aumentar la preparación para casos de desastre a fin de dar una respuesta eficaz y "reconstruir mejor" en el ámbito de la recuperación, la rehabilitación y la reconstrucción".

(SERVIMEDIA)
13 Oct 2015
MGR/caa