Según informó la Policía, la operación se inició tras meses de investigación cuando se constató la existencia de un punto de tráfico de drogas de diseño en Castellón. Los agentes detectaron que se trataba de un grupo organizado que adquiría la droga en cantidades medias y las distribuía al menudeo.

El líder del grupo atendía a los compradores a través de un teléfono que estaba operativo las 24 horas y posteriormente citaba a los clientes en su domicilio para suministrarles la droga.

Los miembros de esta red utilizaban dos viviendas para almacenar la droga y el dinero que obtenía de la venta de las sustancias estupefacientes. En los registros realizados la Policía se incautó de 80.275 euros, 736 pastillas de éxtasis, 628 gramos de cocaína, 34,7 gramos de cristal, 12,3 gramos de heroína, 139 gramos de ‘speed’ y 278 gramos de sustancia de corte.

Además, los detenidos contaban en su poder con todos los instrumentos necesarios para la preparación de la droga para su venta. De hecho, uno de los detenidos fue arrestado cuando transportaba 45 gramos de ‘speed’.