En una rueda de prensa conjunta con su homólogo alemán, Frank-Walter Steinmeier, el ministro explicó que Colau hizo una “invitación abierta” para convertir a Barcelona en una ciudad de acogida de refugiados, al tiempo que subrayó que la misma mañana en que hizo su propuesta envió una carta al Ejecutivo en la que reclamaba que éste tendría que hacerse cargo de los costes de esta iniciativa.

Margallo sostuvo que “sería bueno que cada uno habláramos de lo que podemos hacer”, al tiempo que agradeció la “solidaridad” mostrado por Colau, pero le recordó que “la principal responsabilidad recae sobre el Gobierno de España”.

Por otra parte, el jefe de la diplomacia española reclamó a la UE la puesta en marcha de una política “integral” y “completa” sobre asilo, al tiempo que dejó claro que España es un país “extraordinariamente solidario”, pero “hay que ordenar el asilo y los criterios de reparto” de refugiados, teniendo en cuenta especialmente la tasa de desempleo de los países de acogida y el esfuerzo que éstos hacen en política migratoria.

Esto le sirvió para explicar que España apuesta por desarrollar una política diplomática encaminada al control de fronteras, la cooperación y a proveer ayuda al desarrollo a los países de origen y de tránsito para afrontar esta crisis.

“El Gobierno está perfectamente dispuesto a soportar, a pagar, la cuota de responsabilidad que le toque” sentenció, e insistió en que "encomio su solidaridad pero la principal responsabilidad recae sobre el Gobierno de España".