En su comparecencia al término de la noche electoral, Arrimadas recordó que Mas convocó estas elecciones porque pensaba que la mayoría de los catalanes eran independentistas, pero que al final “la mayoría de los catalanes le hemos dado la espalda” y “hemos optado por la convivencia, por la unión”.

“Con el resultado de hoy, Artur Mas debe dimitir e irse a su casa”, interpretó Arrimadas y, una vez derrotado a su juicio el plebiscito independentista, reclamó “unas nuevas elecciones donde nos presentemos como partidos, cada uno con nuestro programa”.

Tras ella, el presidente nacional del partido, Albert Rivera, corroboró que los catalanes “le han dado la espada a Artur Mas” y “han querido el cambio sensato”; ensalzó a Arrimadas como la protagonista de “la mejor campaña que ha hecho Ciudadanos en la historia”, y quiso proyectar el éxito de pasar de 9 a 25 diputados hacia la próxima cita electoral, las elecciones generales a las que concurrirá él como candidato a la Presidencia del Gobierno.

Rivera quiso dejar claro que “quien ha evitado la ruptura de España” no ha sido el PP ni el PSOE, sino Ciudadanos, “la nueva política”. A partir de ahí, auguró que “el cambio va a llegar a toda España” y pidió a los propios catalanes que le ayuden cuando lleve a Madrid lo que pretende ser el proyecto común español.