El Consell de Formentera comunicó a la Demarcación de Costas en las Islas Baleares que se había detectado en la isla la presencia de ‘muertos’ (amarres o anclajes ilegales de fondeo) sobre posidonia en la zona de amarre de las embarcaciones, con el consiguiente destrozo, ya que se ve afectada la superficie donde se depositan, así como todo el radio de borneo de la cadena.

Se trata de ‘muertos’ lanzados por personas sin conocimiento técnico alguno porque la línea de fondeo no cumple ninguno de los requisitos que se deben exigir a los fondeos ecológicos, por lo que Medio Ambiente consideró preciso “acabar con esta contaminación lo antes posible, a fin de que el impacto ambiental no sea mayor”.

La tramitación de esta obra por el procedimiento de emergencia se justifica por el daño que producen a la fauna los plásticos y porque resulta conveniente iniciar la recogida en el mar, ya que una parte de ellos acabarán en las playas, donde la recogida es relativamente sencilla. Sin embargo, otra gran parte acaba en las rocas, con lo que es imposible su recuperación, lo que provoca que regresen al mar cuando se suceden los temporales.

En el caso de la retirada de ‘muertos’, la emergencia está justificada por la lenta evolución de la posidonia, de manera que, según Medio Ambiente, conviene retirarlos antes de que desaparezca toda la situada en el radio de borneo de la cadena, puesto que, si se deja morir, la recuperación posterior es muy lenta.