Los asistentes a Feriarte adquirieron más de 5.000 piezas, un 60 por ciento más que en 1992. "Estos datos demuestran que, en medio de la incertidumbre económica actual, existe un interés creciente del público por los objetos de arte antiguo, ya que a la belleza de las piezas adquiridas se une su rentabilidad,siendo una de las inversiones más recomendadas por los expertos financieros", según los organizadores.

Entre las piezas adquiridas figuran dos de las más sobresalientes de la feria: dos cuadros de Bartolomé Esteban Murillo, titulados "Ecce hommo" y "Niño Jesús bendiciendo", valorados en 17 y 20 millones de pesetas, respectivamente.

Respecto al conjunto de las ventas, dentro de las múltiples manifestaciones artísticas presentes en Feriarte los muebles volvieron a repetir protagonismo, seguidos, a ierta distancia, de objetos de plata y bronce, pintura, porcelanas, cerámicas, escultura, objetos religiosos y relojes.