Siguiendo su ejemplo (El Vaticano ya anunció que iba a acoger familias de prófugos), las 23.071 parroquias españolas tendrían que abrir sus puertas a otras tantas familias de inmigrantes y, como ellas, tendrían que hacer lo mismo los 865 monasterios y los 616 que hay en las 70 diócesis del territorio nacional, según datos de la última memoria sobre la Iglesia en España.

Así, la cuota que se baraja desde Europa para asignar a España 16.000 refugiados, se incrementaría notablemente.

“Frente a la tragedia de decenas de miles de prófugos que huyen de la muerte por la guerra y el hambre y están en camino hacia una esperanza de vida, el Evangelio nos llama, nos pide que seamos 'prójimos' de los más pequeños y abandonados; que les demos una esperanza concreta y no digamos solo ¡ánimo, paciencia! La esperanza cristiana es combativa, con la tenacidad de quien va hacia una meta segura", dijo el Papa.

"Por lo tanto, en proximidad del Jubileo de la Misericordia, dirijo un llamamiento a las parroquias, a las comunidades religiosas, a los monasterios y a los santuarios de toda Europa para que expresen que el Evangelio es concreto y acojan a una familia de prófugos”, agregó.

Francisco también interpeló a los obispos de Europa, “verdaderos pastores”, para que en sus diócesis “sostengan” su llamamiento.

Numerosas parroquias, organizaciones y grupos religiosos y algunas diócesis (como las de Madrid, Barcelona, Castellón y Santiago de Compostela) ya están tomando medidas para prestar su solidaridad a los refugiados.