Sánchez defendió la enmienda de totalidad a los Presupuestos Generales del Estado presentada por el PSOE, y lo primero que hizo al subir a la tribuna fue preguntarse “qué emergencia nacional” obliga a celebrar ese debate un 25 de agosto.

Se preguntó si acaso por fin el Gobierno pretende anunciar la dimisión del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, por su “infame” reunión con Rodrigo Rato; si la emergencia es la situación en la que está la atención a la dependencia; si es por haber agotado ya el margen de deuda pública para todo el año, o es que Rajoy pretende por fin explicar las tramas de corrupción que afectan a su partido.

Lo “decente, coherente y democrático”, dijo, es que en vez de adelantar la tramitación de los Presupuestos se hubieran adelantado las elecciones generales, para que el nuevo Gobierno pudiera hacer sus propias cuentas. “Es lo que hubiera hecho un gobernante democrático responsable”, pero Rajoy prefirió “aferrarse hasta el último segundo” a su cargo.

Lo “extraordinario”, dijo, es que Rajoy llevará a su partido “de la mayoría absoluta a la oposición”, entre otras cosas porque ha sido “el hombre de la Troika en España” y ahora “no sabe qué hacer” con la economía española.

“Le ha faltado la gallardía de subir” a la tribuna y defender los Presupuestos, denunció, pero a la vista de “cómo huía por el garaje del Senado” cuando compareció allí para explicar el caso del extesorero Luis Bárcenas, “ya sabemos cuál es la responsabilidad política que asume”.

CAMBIARÁ LOS PRESUPUESTOS

Pedro Sánchez aseguró que el PSOE modificará los Presupuestos, de acuerdo con la ley y con la legitimidad de los votos, en cuanto tome posesión del Gobierno y conozca “el déficit oculto que ustedes han dejado”. Lo que el “efímero rodillo” de la mayoría absoluta del PP pretende dejar “atado y bien atado”, añadió, será “libremente desatado” por una nueva mayoría socialista.

Denunció que Rajoy está “acosado” por la corrupción, su proyecto está “agotado”, y hace el “ridículo” cuando presume de que España está blindada ante nuevas crisis, a juzgar por el impacto de la situación en Grecia y los “nubarrones” que vienen de Asia.

En contra de las tesis del Gobierno, Sánchez proclamó que en 2010 los socialistas “evitamos el rescate con su oposición, y en 2012 fuimos rescatados con su aprobación” con un alto coste para los ciudadanos en forma de recortes.

Acusó al Gobierno de haber “metido mano” en la caja de la Seguridad Social con una “pésima” gestión y una reforma laboral y de pensiones que generan “trabajadores pobres hoy, y pensionistas pobres, mañana”. Su compromiso, aseguró, es reconstruir el Pacto de Toledo.

Esto le sirvió para manifestar que “los parados que van a vivir de los bancos de alimentos son los que van a financiar la bajada de impuestos a las grandes fortunas. Indignante, señor Rajoy”.

El secretario general de los socialistas definió en los siguientes términos la política de empleo desarrollada por Rajoy: “desproteger a los parados y no formar a los ocupados”, al tiempor que acusó al presidente del Gobierno de “no haber hecho nada”, aparte de “quitar la tarjeta sanitaria a los inmigrantes sin papeles y no haber reformado el voto rogado de los españoles en el extranjero y de recortar en un 70% en un momento en el que los inmigrantes mueren en el Mediterráneo”.

Además, Sánchez sostuvo que “los españoles se merecen la verdad y no mentiras estadísticas”, ya que “su política ha roto España”, en lo referido “al espectáculo que han dado en los últimos días rectificándose a sí mismos con la propuesta de la Consititución, que es la vivia imagen de que usted no tiene un proyecto de país”.

Por último, ofreció “siete ejes de renovación” de la política si llega a ser presidente del Gobierno, basados en la renovación de marco educativo, derogando la LOMCE, comprometiendo una invresión en dos legislturas del 7% del PIB y la bajada el IVA cultural del 21% al 5%; rerovación del marco fiscal y tributario; transformación del acuerdo sobre el empleo que apoye a reducir “nuestras insoportables tasas de desempleo”; renovación de un pacto alrededor de las políticas de cohesión social; creación de un Ingreso Mínimo Vital que asegure une prestación a los 740.000 hogares sin ingresos; gran pacto de Estado de lucha contra la violencia de género; recuperación del Pacto de Toledo y liderazgo en la lucha contra el cambio climático; y renovación de la confianza entre la ciudadanía y las instituciones.

“España merece un Gobierno que gobierne para todos, y no para el 10% de la población más pudiente, que es a quien se dirigen todos sus regalos y políticas”, concluyó.