Rajoy hizo estas manifestaciones en Portomarín (Lugo), cuyo ayuntamiento le ha concedido la Orden Serenísima de la Alquitara, que le fue impuesta en un acto tras el cual respondió a las preguntas de los periodistas.

Preguntado por la situación en Grecia, el presidente dijo que “lo único serio en la vida es ser serio” y no hacer promesas que difícilmente se van a poder cumplir.

Ilustró su afirmación recordando que el país heleno iba a tener este ejercicio “un crecimiento económico importante” gracias los dos anteriores rescates europeos y, sin embargo, la realidad es que “tendrá un crecimiento negativo” y está las puertas de unas nuevas elecciones, un año después de las últimas.

Según su punto de vista, estos hechos demuestran que “a la gente hay que decirle la verdad” en los momentos difíciles y que “no se puede echar la culpa de todo a los demás”.

En concreto, insistió en que es un error que el Gobierno griego achaque a la Unión Europea todos sus males, porque es precisamente la UE la que “está ayudando” al país para que salga adelante.

“Espero que salgan como salgan las elecciones, el Gobierno (que se forme) cumpla los compromisos, gestione bien y se consiga crecimiento económico”, dijo el presidente.

Evitando hacer paralelismos con la situación de España, Rajoy insistió en que “la demagogia sobra en cualquier faceta de la vida”, por lo que hizo un llamamiento genérico a la formación de gobiernos “serios” que no echen la culpa de sus males a los demás.

Ya en clave nacional, aunque sin mencionar expresamente las cercanas elecciones generales, el jefe del Ejecutivo insistió en el 'mantra' que entonan los dirigentes del PP en las últimas semanas para que “nadie venga a romper el camino” de la recuperación económica en el que se encuentra España.