Los hechos tuvieron lugar durante la madrugada del miércoles en la aduana de Beni-Enzar, cuando la Benemérita dio el alto a un vehículo procedente de Marruecos que presentaba sospechas al apreciarse algunas modificaciones en su estructura, según informó este viernes la Guardia Civil.

Las sospechas se confirmaron al someter al vehículo a un control de la máquina de detección de ritmo cardíaco con resultado positivo, procediendo los agentes a una revisión del todoterreno por la posible presencia de personas escondidas en dobles fondos. Fue en este momento cuando localizaron a una persona contorsionada en el lugar reservado para la rueda de repuesto, hallando posteriormente a otras dos en un segundo doble fondo situado en la parte trasera del vehículo.

Los tres jóvenes, que dijeron proceder de Guinea Conakry y Costa de Marfil, precisaron de atención sanitaria por la falta de aire en el lugar donde estaban escondidos, las altas temperaturas soportadas y la posible contaminación por gases procedentes de la combustión del motor.

El conductor, un español de 39 años natural de Melilla, fue puesto a disposición judicial como supuesto autor de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, decretando la autoridad judicial su ingreso en prisión. Este nuevo descubrimiento de personas tratando de pasar a Europa se enmarca en un contexto de repunte de los movimientos migratorios al que se enfrenta occidente.