Expertos ponen en valor los campamentos de verano para personas con bulimia y anorexia
- Más de 500 pacientes han participado ya en las colonias organizadas por Adaner
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
El hecho de que las personas que tienen trastornos de la conducta alimentaria (TCA) como la bulimia o la anorexia asistan a campamentos de verano especializados para este colectivo puede ser “algo muy positivo” para afianzar su recuperación o al menos para enseñarles por unos días que se puede vivir sin estar aislados y obsesionados con la comida.
Así lo explicó a Servimedia Eduardo Oblaré, responsable de los campamentos terapéuticos de la Asociación en Defensa de la Atención de la Bulimia y la Anorexia (Adaner) y presidente de esta organización en Granada, quien precisó que para participar en estas colonias los jóvenes deben contar con la recomendación del especialista que les atiende regularmente.
Prácticamente todos los campamentos de este tipo que se llevan a cabo en toda España se celebran en Granada, y tienen una semana de duración. Desde su creación, más de 500 personas con TCA han asistido a estas actividades, que se realizan con el apoyo del Instituto de la Juventud y empresas como Bankia o 'la Caixa', según indicó Oblaré.
El responsable de estas colonias afirmó además que “asistir a estos campamentos es un complemento a la terapia que cada paciente sigue en su día a día”, y agregó que cada vez más gente de toda España desea participar. La mayoría de quienes asisten son mujeres jóvenes, aunque no existe un límite de edad. Durante los siete días se les enseña que se puede comer sin estar agobiados por la alimentación y realizan actividades de todo tipo, tanto físicas como intelectuales.
En este sentido, la psicóloga clínica Mar González Muñoz apuntó en declaraciones a Servimedia que pese a que los trastornos alimenticios son “muy graves y complicados”, este tipo de actividades ayudan en el proceso de recuperación. A su juicio, puede llegar a ser muy positivo que haya pacientes que se relacionen con personas que están en una fase más avanzada del tratamiento y tienen una mayor conciencia de la enfermedad.
SALIR DE LA RUTINA
Por su parte, la psicóloga sanitaria Julia Vidal, directora del Centro Área Humana, aseguró que estas actividades pueden ser beneficiosas, puesto que “hacen que el paciente rompa con el ambiente asociado al problema durante unos días”. Y es que, en su opinión, muchas veces el hecho de sentarse a comer en el salón de la casa en la que “tantas veces te han obligado a comer y donde lo has pasado tan mal” ya hace que la persona con anorexia comience a sentir miedo incluso antes de empezar a ingerir alimentos.
Eso sí, Vidal advirtió de que “todas las personas son diferentes”, y comentó además que se debe tener cuidado con aspectos como que no intercambien trucos para poder seguir adelgazando en el futuro.
(SERVIMEDIA)
15 Ago 2015
DMM/caa