Jiménez de Parga justifica que el Rey proponga un pacto porque "arbitrar" implica intervenir
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
El ex presidente del Tribunal Constitucional Manuel Jiménez de Parga justificó hoy la iniciativa tomada por el Rey pidiendo un pacto político contra la crisis económica, indicando que "el Rey no gobierna, pero reina", que reinar es arbitrar y que, según la Real Academia de la Lengua, "arbitrar es algo más que hacer respetar las reglas de un juego sin intervenir en él".
Jiménez de Parga dio a Servimedia su opinión sobre "los acontecimientos últimos, con el recibimiento por el Rey de diferentes representantes de partidos y de agentes sociales", y a tal efecto dijo que "tienen que enfocarse y valorarse desde el principio de que 'el Rey no gobierna, pero reina', que informa" el texto constitucional.
El experto constitucionalista citó el artículo 56 de la Carta Magna, que calificó de "rotundo" en su enunciado de que: “El Rey es el jefe del Estado, símbolo de su unidad y permanencia, arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones”. Para Jiménez de Parga, "esta facultad de arbitrar y moderar tiene un gran alcance, tanto en situaciones de normalidad como, sobre todo, en momentos difíciles para la nación, en circunstancias excepcionales" como la actual.
Abundando en esta tesis, el ex presidente del TC precisó que "reinar es, justamente, arbitrar y moderar el funcionamiento regular de las instituciones", y que el Diccionario de la Real Academia recoge tres significados del verbo "arbitrar": proceder uno libremente, usando de su facultad y arbitrio; ingeniarse; y dar o proponer arbitrios.
"Con cualquiera de las tres maneras de entender el vocablo", remató Jiménez de Parga, "llegamos a la conclusión de que, en castellano, arbitrar es algo más que hacer respetar las reglas de un juego sin intervenir en él".
Adicionalmente, este jurista apuntó que “arbitrio” es "la facultad que tenemos de adoptar una resolución con preferencia a otra", y la que "se deja a los jueces para la apreciación circunstancial a que la ley no alcanza”. Por todo ello, considera justificada la intervención del Rey, quien "no gobierna, pero reina, a distancia de los acontecimientos y por encima de ellos".
(SERVIMEDIA)
15 Feb 2010
KRT/pai