Incendios. El fuego de la Sierra de Gata afectó gravemente a aves amenazadas y espacios protegidos

- Según SEO/BirdLife

MADRID
SERVIMEDIA

El gran incendio forestal de la Sierra de Gata (Cáceres), declarado el pasado jueves y estabilizado ayer, domingo, tras calcinar cerca de 7.000 hectáreas y obligar al desalojo temporal de unos 2.400 vecinos de tres municipios, ha causado daños medioambientales “tremendos” porque ha afectado a varios espacios protegidos de la Red Natura 2000 y a una importante zona ornitológica, según aseguró este lunes SEO/BirdLife.

Esta organización señaló que las llamas llegaron a la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) Sierra de Gata y Valle de las Pilas y a dos Lugares de Importancia Comunitaria (LIC): Riberas de Garta y Acebo, y Sierra de Gata.

Además, afirmó que todo el área afectada es “una zona ornitológica de importancia mundial”, designada como Área Importante para la Conservación de las Aves y la Biodiversidad (IBA) y denominada Solana de la Sierra de Gata-Las Hurdes.

Entre la flora y la vegetación afectada, se han visto destruidas o muy dañadas importantes formadas por robledales (rebollares), encinares, madroñales, bosques de ribera y castañares centenarios, así como poblaciones de un gran número de especies de flora endémica y amenazada, propias de la zona más occidental del Sistema Central español.

“Una de las joyas de la zona, denominada localmente como ‘La Cervigona’ (Acebo), chorrera con una gran caída de agua rodeada de un bosque mediterráneo magníficamente conservado, ha quedado seriamente dañada por el incendio. Además, extensas áreas de cultivos y huertos, de gran relevancia a nivel local, se han visto seriamente afectados”, apuntó SEO/BirdLife.

BUITRES, ALIMOCHES Y ÁGUILAS

Por otro lado, SEO/BirdLife indicó que aún no se ha podido cuantificar el caño causado a las poblaciones de la fauna local, pero el área afectada por las llamas es “una de las zonas más importantes de Europa para especies amenazadas como buitre negro, alimoche, cigüeña negra, alimoche o águila calzada entre otras aves”.

“Además, son notables las poblaciones de murciélagos y reptiles catalogados como protegidos, por su rareza o grado de amenaza. Es de suponer que muchos de estos animales habrán podido escapar de las llamas, aunque es posible que hayan perdido sus nidos o sus zonas de refugio y alimentación, mientras otros, con movilidad más reducida o más lentos, habrán sucumbido en el incendio”, añadió.

SEO/BirdLife señaló que entre 2001 y 2013 se produjeron 1.334 incendios en la comarca de la Sierra de Gata, que afectaron a cerca de 9.300 hectáreas forestales,

Indicó que, aunque aún no se han esclarecido las causas del incendio de la semana pasada, un suceso de esta magnitud puede llegar a afectar a más o menos superficie en función de una serie de condicionantes, que en sí mismos pueden convertirse en circunstancias agravantes.

Entre ellos, mencionó la sustitución de una gran parte de los bosques de frondosas autóctonas por monocultivos de pino resinero, mucho más “inflamables”; el paulatino abandono en la zona de la ganadería extensiva (vacuno, caprino, ovino), que mantenía el suelo del monte con menos material combustible; una baja densidad de población, que propicia el abandono del campo y las labores locales propias de prevención; la expansión de las zonas urbanas y periurbanas a zonas agrícolas y forestales, y la falta de medios y de inversión en prevención de incendios, así como en divulgación y sensibilización.

Nicolás López, técnico del área de Conservación de SEO/BirdLife, comentó que “se debe incidir e invertir más y mejor en prevención y sensibilización como principales herramientas para reducir el riesgo de incendios”, además de en una adecuada gestión de “nuestros cada vez más frecuentes ‘paisajes inflamables’”.

“Modificaciones legislativas como la reciente reforma de la Ley de Montes, tampoco ayudan precisamente a minimizar el fenómeno de los grandes incendios forestales, así como la precariedad laboral a la que se ven sometidos los trabajadores implicados en el sector de la lucha contra incendios forestales y la discontinuidad de los retenes forestales, que en muchos casos han dejado de realizar labores de prevención en el monte durante los meses invernales y de menor riesgo”, concluyó SEO/BirdLife.

(SERVIMEDIA)
10 Ago 2015
MGR/gja