Botellas de vino, videoclips, canciones y hasta una ópera. El Ecce Homo de Borja y, sobre todo, su peculiar restauración dio la vuelta al planeta y se difundió a través de los medios de comunicación y las redes sociales, convirtiendo a Cecilia Giménez por un tiempo en una de las mujeres más famosas del mundo.

Sin embargo, el 'boom' ha decaído notablemente. El encargado del santuario, José María Aznar, reconoce este descenso. En lo que va de año han sido 8.100 personas las que se han acercado hasta Borja para ver la pintura, unas 1.100 al mes, la mitad que en el año anterior.

No obstante, para Aznar toda visita es bien recibida y el dinero que se recauda con el precio de la entrada (un euro) se destina íntegramente a la Fundación Sancti Spiritus. Los niños menores de 12 años no pagan entrada y los adultos que visitan el Ecce Homo dentro de una excursión programada a la localidad tampoco.

La normalidad ha vuelto a Borja y tras mucho tiempo expuestos al foco mediático, Cecilia Giménez y el Ecce Homo descansan más tranquilos.