En un encuentro con periodistas, subrayó que los miembros del Gobierno, incluido el presidente, Mariano Rajoy, se han manifestado “con absoluta claridad y rotundidad” sobre los últimos acontecimientos en Cataluña, y no percibe más novedades tras el anuncio de la lista unitaria entre Convergencia Democràtica de Catalunya (CDC) y ERC.

Tampoco ve novedad para que la presidenta del PP de Cataluña, Alicia Sánchez Camacho, no sea la candidata a la Presidencia de la Generalitat. En ese sentido, considera que no es extraño que no haya aún candidatura oficial porque ni siquiera están convocadas las elecciones.

Ayllón dejó claro que el Gobierno “nunca deja de estar en marcha”, pero no quiso entrar en ningún tipo de hipótesis sobre decisiones que podría tomar la Generalitat, porque sería un ejercicio de “política ficción” poco interesante para los ciudadanos y poco inteligente para el Ejecutivo, apuntó.

Sí precisó, en todo caso, que ante cualquier situación que vaya “más allá de la legalidad” vigente y vulnere el orden constitucional, el Gobierno “tomará las decisiones que tenga que tomar para cumplir con su obligación”, que es preservar ese orden. No obstante, explicó que esas decisiones se toman siempre sobre hechos jurídicos, no sobre declaraciones de los sujetos políticos.

SUAVIZAR ASPEREZAS

El Gobierno, aseguró, no dará una sola información sobre nada que no haya ocurrido, no explicará públicamente lo que está haciendo para dar respuesta a las cosas que pueden pasar antes de que pasen.

Preguntado por si existe alguna estrategia para “suavizar” asperezas entre Cataluña y el Estado, Ayllón subrayó que desde hace tres años y medio el Gobierno está contribuyendo a “suavizar” todos aquellos asuntos por los que el presidente de la Generalitat, Artur Mas, “dejó de preocuparse” y que afectan a los ciudadanos, incluido el pago de facturas que estaban en los cajones.

Ayllón aseguró que el Gobierno no está más preocupado que antes tras conocer la lista unitaria, pero sí por cómo organizarían la gestión cotidiana de la acción política en Cataluña dos formaciones “que se parecen como un huevo y una castaña” y que mantienen importantes divergencias en asuntos cruciales para la vida de los ciudadanos.