PP, PSOE y UPyD respaldaron la reforma frente a los demás grupos de la oposición. En nombre del PP, Pilar Cortés acusó a esos grupos que se oponen a la reforma de intentar "negar la legitimidad" del Tribunal Constitucional para controlar la constitucionalidad de los estatutos.

Algunos de los portavoces críticos esgrimieron entre sus argumentos la falta de independencia de ese Tribunal, y frente a ello Cortés subrayó la trayectoria y solvencia de los magistrados, a los que se elige para ser independientes, no para seguir instrucciones. Presión por parte del PP, dijo, "ninguna".

En nombre del PSOE, José Enrique Serrano reconoció que en la tramitación de la reforma del Estatuto de Cataluña "se sumaron desatinos de toda índole" y al final se recurrió una norma sobre la que ya se habían pronunciado los ciudadanos.

Precisó, sin embargo, que aunque no saliera adelante el recurso previo, se mantendría el control de constitucionalidad, y el PSOE prefiere hacerlo antes que después de aprobarse el Estatuto.

A los socialistas, dijo, les hubiera gustado encontrar una forma de evotar el doble recurso aplicado a un mismo sujeto, pero dejó ver que no ha existido siquiera la posibilidad de reflexionar conjuntamente sobre ello.

Rosa Díez, de UPyD, subrayó que la reforma de la ley no sería necesaria "si hubiera habido lealtad institucional", ya que nadie habría querido cambiar la Constitución mediante una reforma estatutaria.

Rosa Díez aseguró que quien frustra a los ciudadanos es quien promete lo que sabe que no puede cumplir, y en ese caso quienes prometieron un Estatuto que sabían que era inconstitucional, no que se recurra y que se imponga la ley.

ARGUMENTOS EN CONTRA

Montse Surroca, en nombre de UDC, dijo a PP y PSOE que no recuperarían ese recurso "si las cosas funcionaran bien", y con ello están reconociendo que el modelo vigente "no es válido".

Se equivocan, les dijo, porque "refuerzan el choque de legitimidades" entre el legislativo y el Tribunal Constitucional , y judicializan un debate que es estrictamente político.

No quieren reconocer ni afrontar, prosiguió, que en Cataluña existe un problema "que cada día se está haciendo mayor" y que no se va a resolver recuperando el recurso previo. El problema no es "parar los pies a un Estatuto ambicioso que pide mayor autogobierno", advirtió, sino que "no han sabido escuchar lo que la sociedad catalana decía".

En nombre de CDC, Jordi Xuclà alertó también de que esa reforma "no es la mejor contribución para resolver los debates pendientes", porque solo generará mayor tensión de legitimidades.

Joan Josep Nuet, portavoz del Grupo de IU, ICV-EUiA, Cha: La Izquierda Plural, afirmó que una cosa es que la Cosntitución esté por encima de los estatutos y otra "que los aplaste". Además, considera que esa reforma "marca" el futuro debate sobre la reforma de la Constitución, que de seguir esta línea no será federal.

Nuet reclamó "respeto" para los Estatutos de Autonomía, que son parte del bloque constitucional , y acusó al PP de querer dejar "todo atado y bien atado" por lo que pueda pasar en las elecciones, y al PSOE de secundar esa senda.

Aitor Esteban, del PNV, enfatizó la idea de que una decisión así no la pueden tomar doce personas designadas por los dos grandes partidos. "Ustedes los nombran, ustedes deciden, y ustedes presionan, claro que sí. Ustedes influyen, y los medios de comunicación también", dijo.

En nombre de ERC, Joan Tardà dejó claro que para su formación el problema no es si el recurso es previo o posterior, porque niegan la propia existencia de esa posibilidad.

Denunció que el Tribunal Constitucional es "partidista, vendido políticamente" a los dos grandes partidos, y por tanto "corrupto en sus funciones", ya que no las ejerce con independencia.