Ante las declaraciones de varios gobiernos autonómicos sobre la paralización de su calendario de aplicación, Escuelas Católicas pidió “respeto” para las comunidades educativas, “inmersas en una situación de caos e incertidumbre a menos de dos meses para que comience el nuevo curso escolar”.

A estas alturas los centros educativos ya han planificado el próximo curso y finalizado los procesos de matriculación, destacó, y “los cambios que se introduzcan en estos días generarán serios problemas de organización y desconcierto entre las familias ante la falta de información”.

No saber qué currículos se aplicarán en ESO y Bachillerato el próximo curso (si los previstos en la Lomce o los anteriores de la LOE), “perjudica a todos los miembros de la comunidad educativa”, indica.

Por eso, reclama a Gobierno central y a las comunidades autónomas “una coordinación efectiva” para evitar el perjuicio a centros, profesores, alumnos y padres.