El ministro de Defensa, Pedro Morenés, compareció este miércoles en la Cámara Baja para solicitar la preceptiva autorización para el envío de militares españoles a la misión europea en el Mediterráneo EUNAVFOR MED contra las mafias cuyo objetivo final y "prioridad inmediata es evitar que mueran más gentes en la mar”. El coste de la participación española por un año en esta misión será de 15,3 millones de euros.

En su intervención, Morenés remarcó que la misión fundamental de la operación militar es “interrumpir el ‘modelo de negocio’ de las redes de tráfico ilícito y trata de personas, mediante procedimientos sistemáticos para identificar, capturar y eliminar embarcaciones y medios utilizados o a disposición de los traficantes”.

El ministro, como ya aprobara el pasado viernes el Consejo de Ministros, dijo que está prevista la participación durante un año de un máximo de 12 militares del Ejército del Aire y de la Armada en el Cuartel General activado en Roma y en el Cuartel General de la Fuerza embarcado establecido en el portaaviones italiano "Cavour".

Además, se desplegará inicialmente un avión de vigilancia marítima y sus unidades de apoyo. Este avión operará desde la base italiana en Sigonella (Sicilia). El contingente para esta contribución será de un máximo de 50 efectivos.

Apuntó que dependiendo de la evolución de la situación y el posible avance a las sucesivas fases de la Operación, la participación española podría incluir la contribución con medios marítimos, de apoyo o aéreos hasta un máximo de 250 efectivos. Este número, detalló, sólo se alcanzaría si se decidiese desplegar un buque de tipo fragata.

FAVORABLE

En la toma de posición en la votación, el portavoz socialista Diego López Garrido expresó su voto favorable al tiempo que apuntó que es un “voto crítico” tanto a España como a Europa. Respalda el objetivo de la misión militar pero aprovechó el asunto para recriminar al Ejecutivo la posición sobre las cuotas de asilo y reclamó que “desbloquee” la situación y proteja a los que solicitan asilo.

Por su parte, Jordi Xuclá (CDC) manifestó su voto favorable de manera “incondicionalmente” porque “la paz es armada y requiere de instrumentos” para que la zona del mundo con un “gap más alto entre pobreza y riqueza, tras Corea, es la ribera norte y sur en el Mediterráneo”.

Desde Unió, el diputado Martí Barberá anunció que vota “a favor” porque las medidas “son necesarias” para el “problema humanitario” en la zona pese a que reconoció que “la gente seguirá arriesgando sus vidas, mientras no exista alternativa segura para escapar del error en el que viven día a día”.

El diputado de UPyD Julio Lleonart se encargó de manifestar el respaldo de su partidoa esta misión si bien también apeló a necesidad de adoptar también medidas para “preservar la vida” en el mar de las personas, con iniciativas de salvamento así como el debate sobre las cuotas de asilo.

Por parte del PNV, Joseba Agirretxea denunció que la UE ha pasado “de puntillas” por el problemas de los países del norte de África y que sólo “se atajan las consecuencias pero no se van a la raíz del problema”. Dijo, en este sentido, que la postura europea debe estar fijadas por tres objetivos: salvar vidas, proteger a los refugiados y hacer algo para solucionar política y militar de los países emisores de emigrantes.

Desde el Partido Popular, Vicente Ferrer, destacó que España se ve “directamente” afectada por la inmigración ilegal pero que es “no es un problema” propio sino “claramente europeo y del que todos somos responsables y la Unión debe dar una respuesta claramente europea”. Aunque dijo que la misión “no va contra la inmigración ilegal” sino que persigue “acabar” contra las mafias y por el salvamento de las personas que ansían salir de sus territorios.

ABSTENCIÓN

El diputado de la Izquierda Plural Álvaro Sanz reprochó al ministro que España se una a esta misión apelando a la “grave situación humanitaria” para lograr el apoyo “intervención militar contra el contrabando de seres humanos”. Recriminó que lanzan esta misión “exclusivamente” desde la óptica de “nuestra teórica seguridad” y no de los afectados. “No va a ayudar a quien huye de la guerra”, denunció porque “sólo desde la visión militar no se va a conseguir frenar el problema” y si no se ponen más medidas en marcha, la militar “sólo desplazará” el problema a otro lugar.

EN CONTRA

La postura contraria vino por parte de representantes del Grupo Mixto como Joan Tardá (ERC), que denominó a Morenés como “ministro de la Guerra” y expresó su voto contrario porque es “militarizar todavía más este mundo”.

Misma línea se posicionó la gallega Rosana Pérez (BNG) dijo que no apoyan la misión porque “soluciones militares no servirán justamente para el drama humano al que nos enfrentamos”.