Los políticos deben marcar la línea general que se debe seguir, pero deben ser los profesionales de la gestión los que, al margen del color político de quién esté en el poder, deben hacer lo necesario por alcanzar los objetivos fijados. Los políticos no deberían hacer gestión y los gestores no deberían hacer política”, recalcó el presidente del Círculo de la Sanidad, Ángel Puente, en el acto inaugural de la jornada, que fue presidido por el director general de Políticas de Apoyo a la Discapacidad, Ignacio Tremiño.

Tremiño agradeció el trabajo que realizan organizaciones como el Círculo de la Sanidad y Sedisa, organizadores de la jornada, en la identificación de buenas prácticas de gestión y en la propuesta de medidas para mejorar la eficiencia de la gestión sanitaria, y se alineó con la necesidad de profesionalizar la gestión de la política sanitaria.

En su opinión, los responsables políticos deben ser “personas que vengan del mundo de la gestión sanitaria, conozcan de primera mano ésta y durante una o dos legislaturas puedan dedicarse a la gestión de la política sanitaria”.

Una pasarela entre el mundo de la gestión y el de la política sanitaria que también defendió el presidente de Sedisa (Sociedad Española de Directivos de la Salud), Joaquín Estévez, que dijo preferir tener gestores sanitarios dirigiendo la política sanitaria a tener otros perfiles profesionales sin un conocimiento suficiente del sector. "Nadie se plantea que la Justicia esté en manos de los médicos o de los profesores universitarios, no sé porqué la Sanidad sí puede estar en manos de un ingeniero o un licenciado en Derecho", ilustró.

ACREDITAR LA CAPACIDAD DE GESTIÓN

Estévez se mostró partidario de asegurar que el Sistema Nacional de Salud disponga de directivos de la salud con la necesaria cualificación profesional e instó a las autoridades a crear un Área de Capacitación Profesional que acredite de forma oficial y garantice la capacidad de los profesionales que se encarguen de la gestión sanitaria pública.

En este sentido, Eusebio Azorín, director del Sector Sociosanitario de ILUNION, recordó que de media el 45% de los presupuestos de las comunidades autónomas se destinan a financiar los servicios de salud públicos y que es una obligación tener a los mejores gestores al frente de este ámbito para garantizar que se realice el mejor empleo posible de estos recursos públicos.

Qué hacer para acreditar la capacidad de los directivos que tendrán en sus manos el futuro del sector sanitario, tanto en el ámbito público como en el privado, fue el tema de la mesa de debate 'Los gestores sanitarios, ámbito público y privado'.

Mariano Guerrero, director de Planificación y Proyectos de Ribera Salud, abogó por revisar la fórmula de gestión de la Sanidad y crear un nuevo esquema que asegure que la gestión sanitaria quede en manos de profesionales con capacidad y experiencia acreditadas, y no termine en manos de personas sin ninguna experiencia previa.

Félix Bravo, director gerente del Hospital Universitario Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares, de la red de centros del Servicio Madrileño de Salud, propuso la creación de un sistema oficial de acreditación de calidad en la gestión y avanzó que su centro está trabajando con la Universidad Complutense en la configuración de un modelo de esta naturaleza.

Por su parte, Joseba Barroeta, director gerente del Hospital San Juan de Dios del Aljarafe, subrayó el valor de la experiencia en la gestión por encima de titulaciones. "No hay ningún título que pueda acreditar la capacidad de gestión", argumentó. "Al final, los órganos de contratación deben evaluar el bagaje que presentan los gestores y valorar si el perfil es adecuado o no el puesto que debe ocupar, si ese sistema funciona adecuadamente, la calidad de la gestión está acreditada".

"Disponer de un título no significa estar capacitado", coincidió Jesús María Rodríguez Alejandre, adjunto a la Dirección de la Fundación Jiménez Díaz. "El conocimiento no es suficiente, es necesaria una experiencia previa que capacite al gestor para alcanzar los objetivos que previamente se hayan definido, dirigir un hospital no es dirigir un hotel o una empresa de otro ámbito".´

Así lo subrayó también Antonio Alemany, director general de Atención Primaria del Servicio Madrileño de Salud, que incidió en que el camino más recto hacia la excelencia en la gestión es "prescindir de amiguismos y dejar la gestión en manos de profesionales con experiencia acreditada"