Cae en Barcelona una red de paquistaníes que robaba móviles a turistas
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La Policía Nacional ha desarticulado en Barcelona una red que robaba móviles a turistas extranjeros. La trama estaba formada por ciudadanos de origen paquistaní, que usaba los terminales para llamar a líneas especiales de las que obtenían beneficio y, en último término, vender los teléfonos.
Según informó la Policía, han sido detenidas nueve personas, en concreto tres en Barcelona, cinco en Badalona y una en Santa Coloma de Gramanet. A los investigados se les acusa de estafa, fraude en las telecomunicaciones, receptación y pertenencia a organización criminal.
También se han practicado seis registros en domicilios de Barcelona (1), Badalona (4) y Santa Coloma de Gramanet (1), en los que los agentes se han incautado de un total de 83 teléfonos móviles; 81 tarjetas SIM; seis ordenadores portátiles; 18 dispositivos de memoria; 16 tarjetas de crédito y 6.200 euros.
La organización desarticulada utilizaba las tarjetas SIM de los teléfonos robados para llamar de forma masiva a números de tarificación adicional y vendía luego los terminales en comercios de segunda mano.
Las investigaciones se iniciaron en septiembre de 2013, tras la denuncia de una empresa internacional de telecomunicaciones. El representante legal de esta compañía comunicó a los agentes que, aunque el fraude confirmado ascendía a dos millones de euros, una estimación sobre el importe total de la estafa podría alcanzar los 50 millones euros y haber afectado a cerca de 3.000 personas.
LÍNEAS DEL EXTRANJERO
Las primeras investigaciones apuntaron a un grupo organizado de origen paquistaní y asentado en la capital catalana. El modus operandi de esta organización comenzaba con la sustracción de teléfonos móviles a turistas extranjeros que visitaran Barcelona.
Posteriormente, las tarjetas SIM de los teléfonos sustraídos eran utilizadas para realizar llamadas masivas a números de tarificación adicional de España y del extranjero. Detrás de estas líneas de alta tarificación se encontraría una rama de la organización asentada en Pakistán.
Además, los números IMEI de los terminales sustraídos eran alterados para así vender los teléfonos a través de comercios de segunda mano, también de países como Marruecos o Paquistán, y maximizar de esta forma los beneficios de la actividad criminal.
Los agentes descubrieron que la red investigada se estructuraba con un claro reparto de funciones (sustraer los teléfonos, llamar a números ‘premium’ y vender terminales) y que sus integrantes viajaban habitualmente al extranjero. Por ello prepararon un dispositivo final para desarticular la trama.
(SERVIMEDIA)
10 Jul 2015
NBC