Seis millones de niños mueren cada año en el mundo antes de cumplir cinco años, según Unicef

- Aunque la mortalidad infantil ha caído un 50% desde 1990

MADRID
SERVIMEDIA

Cerca de seis millones de niños en el mundo mueren al año antes de su quinto cumpleaños, alrededor de 289.000 mujeres pierden la vida anualmente durante el parto y 58 millones de menores no asisten a la escuela primaria, según afirmó este lunes el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en su informe final sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), que vencen este año y serán sustituidos el próximo mes de septiembre por los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

El informe, titulado ‘Progreso para la infancia: más allá de las estadísticas’, recoge los logros alcanzados en los últimos años, aunque las diferencias de oportunidades se traducen en que millones de niños siguen viviendo en condiciones de pobreza muriendo antes de cumplir cinco años, sin la posibilidad de acceder a la enseñanza y con desnutrición crónica.

El estudio destaca como principales resultados en materia de infancia desde 1990 que la mortalidad entre los niños menores de cinco años se redujo más de un 50% (de 90 a 43 por cada 1.000 nacidos vivos); que el peso inferior al normal y la desnutrición crónica entre los menores de cinco años disminuyeron un 42% y un 41%, respectivamente; que la mortalidad materna se redujo un 45% y que 2.600 millones de personas accedieron a fuentes mejoradas de agua potable.

Además, las desigualdades entre los más pobres y los más ricos están disminuyendo en más de la mitad de los indicadores que analiza Unicef. Por ejemplo, entre las familias más pobres de numerosos países se están registrando tasas más altas de supervivencia infantil y la matriculación escolar, y la disparidad en las tasas de mortalidad materna entre los países de bajos ingresos y los de altos ingresos disminuyó a la mitad entre 1990 y 2013, al pasar de ser 38 veces más elevada en los más pobres que en los ricos a ser 19 veces más alta.

Sin embargo, Unicef apunta que millones de los niños más vulnerable del planeta siguen marginados de los progresos mundiales y que la comunidad internacional les defraudará si no les otorga un lugar preponderante en su nueva hoja de ruta para el desarrollo durante los próximos 15 años, los llamados ODS, que la ONU aprobará el próximo septiembre.

“LOS ODM ayudaron a que el mundo consiguiera extraordinarios avances en favor de los niños, pero también nos mostraron a cuántos estamos dejando marginados”, dijo el director ejecutivo de Unicef, Anthony Lake, quien añadió que las vidas de los menores más desfavorecidos son importantes “no sólo para ellos, sino también para sus familias, sus comunidades y sus sociedades”.

NIÑOS RICOS Y NIÑOS POBRES

De hecho, Unicef asegura que, debido a las desigualdades dentro de los países, los niños que pertenecen a las familias más pobres tienen el doble de probabilidades de morir antes de su quinto cumpleaños que los de las familias más ricas, y muchas menos probabilidades de adquirir los niveles mínimos de lectura.

En este sentido, recalca que seguir desatendiendo a estos niños puede tener consecuencias dramáticas y que, tomando en consideración la tasa actual de progreso y el crecimiento previsto de la población, se prevé que en 2030 habrá 68 millones de muertes adicionales de niños menores de cinco años por causas que es posible prevenir, 119 millones de menores seguirán sufriendo desnutrición crónica y 500 millones de personas seguirán defecando al aire libre, lo que conlleva graves riesgos para la salud infantil, en tanto que se requerirán casi 100 años para que todas las niñas de las familias más pobres de África subsahariana terminen su educación secundaria básica.

Unicef reitera que los niños más desfavorecidos deben ocupar el lugar central de los nuevos objetivos y metas de los ODS y recalca que una mejor recopilación y desglose de los datos (más allá de los promedios, como los que se utilizan para medir los ODM) permitiría identificar a los menores más vulnerables y excluidos, así como también los lugares donde viven; sistemas más sólidos de salud, educación y protección social a nivel local contribuirían a que más niños sobrevivan y prosperen, e inversiones más inteligentes y adaptadas a las necesidades de la infancia en condición de mayor vulnerabilidad podrían reportar beneficios a corto y largo plazo.

“Los Objetivos de Desarrollo Sostenible representan una oportunidad para aplicar las lecciones que hemos aprendido y llegar a los niños más vulnerables. Esperemos no tener que avergonzarnos por no haberlo hecho”, comentó Lake, antes de concluir que “más igualdad de oportunidades para la infancia de hoy significa menos inequidad y más progreso para el mundo el día de mañana”.

(SERVIMEDIA)
23 Jun 2015
MGR/gja