Así lo indicó en una rueda de prensa conjunta con el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, en la que ambos mandatarios recordaron que las instituciones europeas son flexibles y se mostraron confiados en que se pueda alcanzar un acuerdo.

Dombrovskis señaló que las negociaciones siguen a nivel técnico, que en estas semanas se han hecho muchos progresos y que si hay voluntad política, sobre todo por parte de Grecia, “hay una posibilidad de llegar a acuerdos”.

El vicepresidente de la Comisión defendió que la última propuesta presentada por los acreedores es una “buena base para un acuerdo” y subrayó que hay “flexibilidad”, por lo que si Grecia no está de acuerdo con algunas medidas se pueden cambiar por otras con igual valor fiscal. “Que traigan propuestas creíbles, alternativas sobre lo que quieren hacer”.

Por su parte, el ministro de Economía indicó que “creo que se va a llegar a un acuerdo” y que la última propuesta de las instituciones europeas, que “no es un ultimátum”, recoge las bases “adecuadas” para fijar la política económica griega en los próximos meses.

“El objetivo fundamental es que Grecia vuelva a crecer, se genere empleo, deje de haber tensiones financieras y dudas sobre la liquidez de su Tesoro; espero y deseo que haya un acuerdo con Grecia, pero respetando una serie de principios”.

Por otra parte, Dombrovskis se refirió a la evolución de la economía española, que “ha hecho un esfuerzo muy grande y significativo para estabilizar sus finanzas y ganar en competitividad”.

“Las reformas y los ajustes nos han parecido bien y España ya está en la senda del crecimiento”, destacó el vicepresidente de la Comisión, para añadir que “es una de las economías que crece más rápidamente en la zona euro” y que “baja el paro, aunque sigue siendo demasiado alto”.

Además, aprovechó para recordar las recomendaciones económicas que ha hecho la Comisión para España y que pasan, por ejemplo, porque “los sueldos vayan de la mano de la productividad”.