ETA. El juez Andreu investiga la desaparición del etarra Jon Anza

- En respuesta a la solicitud de cooperación de la justicia francesa

MADRID
SERVIMEDIA

El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu ha respondido a la solicitud de cooperación de la justicia francesa y ha abierto diligencias para investigar la desaparición en extrañas circunstancias del etarra Jon Anza.

El rastro de Anza se perdió el pasado 18 de abril, después de que el etarra se subiese a un tren en la estación de Bayona (Francia) con dirección a la ciudad de Toulouse. El etarra se ha convertido en un nuevo icono de la izquierda abertzale, que ha organizado numerosas manifestaciones para denunciar la desaparición.

El juez Andreu ha decidido abrir diligencias en respuesta a la petición de cooperación judicial emitida por la Fiscalía del Tribunal de Gran Instancia de Bayona, que investiga los hechos desde mayo pasado en virtud de la denuncia interpuesta por los familiares de Anza. El caso ha correspondido al juzgado de Andreu por reparto, según explicaron fuentes de la Audiencia Nacional.

El magistrado ha ordenado ya la práctica de varias diligencias de investigación en relación con la desaparición de Anza, unas pruebas que, una vez obtenidas, serán remitidas a la Fiscalía de Bayona para que se incorporen a la causa abierta en Francia.

Aún así, las fuentes consultadas señalaron que si a lo largo de la investigación aparecen indicios que demuestren que el caso está relacionado con España, ya sea por competencia o porque se cometió algún delito en nuestro país, Andreu podría continuar con la investigación para que los hechos sean juzgados en la Audiencia Nacional.

TRES HIPÓTESIS

Anza se instaló en Francia en el año 2002 después de cumplir cerca de 20 años de prisión por el asesinato del policía retirado Leopoldo García Martín. La familia aseguró tras su desaparición que Anza, de 47 años, se encuentra gravemente enfermo debido a un tumor en el nervio óptico.

Los parientes explicaron que el etarra decidió irse a Toulouse por sus problemas de salud y que pretendía pasar una temporada en la ciudad en casa de unos amigos.

En cambio, sólo cinco días después de su desaparición, ETA publicó un comunicado en el diario “Gara” en el que culpaba a los Gobiernos de España y Francia. El texto aseguraba que Anza era miembro de la banda y que había viajado a Toulouse para acudir a un encuentro con dirigentes a los que llevaba una importante cantidad de dinero.

También se baraja la hipótesis de que Anza haya sido depurado por sus propios compañeros como castigo por haberse quedado con dinero de la organización terrorista.

(SERVIMEDIA)
09 Feb 2010
DCD/gja