Rajoy se expresó así en el mitin central de campaña del PP celebrado hoy en una plaza de toros de Valencia llena por más de 14.000 personas, talismán del PP adonde regresó cuatro años después para arropar al presidente valenciano y candidato autonómico, Alberto Fabra, y a la alcaldesa de Valencia y cabeza de lista, Rita Barberá.

“El PP se ha convertido en el refugio del sentido común y de la cordura, después de lo que estamos viviendo en toda España y, en especial, en la campaña”, defendió Rajoy ante un público entregado, para advertir a continuación al resto de partidos de que “conviene tomarse en serio al PP”.

El líder popular volvió a trasladar a los votantes en el penúltimo día de campaña que el PP va “a ganar, pero eso no basta”. “Tenemos que ganar con todos los votos, con toda la fuerza que se necesita para seguir avanzando, tenemos que llegar hasta el último rincón, porque cada voto para el PP es un voto para mejorar la vida de la gente y de las ciudades”, enfatizó, para volver a reclamar mayorías absolutas en una comunidad en la que se antoja imposible según las encuestas.

EL PARTIDO DE LA CONSTITUCIÓN

Rajoy reivindicó el orgullo de ser del PP y presentó a su formación como “el partido de España y de la Constitución”. Pidió, a este respecto, “a esos que lo hacen, que dejen de hablar mal de España”. “Hemos tenido una crisis, bueno muy bien, pero lo estamos superando”, reivindicó, para insistir en que el PP no se presenta “con las manos vacías”.

Centró su crítica a tres días del 24-M en los socialistas y avisó de que “España no puede vivir una pesadilla por la incompetencia de algunas personas”. “Hay base para afrontar el futuro con optimismo”, afirmó.

También atacó, como viene haciendo en todos sus mítines, a los partidos emergentes. “No somos ni una pandilla, ni una moda pasajera, ni un producto de marketing”, trasladó, para apuntar que el PP tampoco es “unos amigos que nos hemos reunido en 24 horas”. “Tiene 30 años de existencia e influye en las grandes decisiones”, dijo.

Rajoy, que volvió a centrar su discurso en la economía, evitó sin embargo hablar de corrupción en una plaza de toros en la que la última vez que estuvo, en 2011, respaldó al expresidente de la Generalitat Valenciana Francisco Camps y en la que hoy, por primera vez, tampoco estaban el expresidente del PP de Valencia Alfonso Rus y el que fuera 'número dos' de Barberá en el Ayuntamiento Alfonso Grau, ambos inmersos en casos de corrupción.