En rueda de prensa, Salido explicó que a día de hoy desconoce las consecuencias de estos exámenes para los estudiantes, y aseguró que la ley no obliga a los alumnos a realizarlos, sólo obliga a los centros.

"Hemos pedido información al Ministerio, a las comunidades autónomas y los centros, y no hemos obtenido respuesta", dijo. Sólo Castilla y León ha indicado que la nota influirá en la promoción al curso siguiente.

"La ley no es clara y sólo habla de efectos ordinarios y extraordinarios", y como no se sabe qué implicarán estos exámenes, "animamos a quienes tengan dudas a que sus hijos no lo realicen", añadió. Para ello, Ceapa propone dos posibilidades a los padres: o entregar un documento en el que desautorizan al centro a realizar la prueba a su hijo, o permitir que éste se quede en casa y justificar su inasistencia por una decisión familiar referente al derecho a la educación, como en el caso de las huelgas.

Según Salido, "queremos saber si esta prueba constará en el expediente, si servirá para pasar de curso y qué medidas tomarán los centros como resultado de ellas".

En cuanto los exámenes de Primaria, ESO y Bachillerato, podrán ser evaluados por profesores externos al centro. Sólo la parte oral de la prueba de sexto de Primaria dependerá de profesores del propio centro por razones presupuestarias.

El presidente de Ceapa estimó que para responder a 350 preguntas tipo test los alumnos necesitarán entre cinco y seis horas, de las que seguramente no dispondrán. Esto convertirá la reválida "en obstáculos insalvables", agregó.

Por otra parte, el portavoz de Ceapa, José Luis Pazos, animó también a las familias a no comprar los nuevos libros de la Lomce, ya que "no son necesarios" y suponen un ataque "a la gratuidad de la educación obligatoria".