Cospedal se expresó así en el Desayuno de la Fundación Caminos, organizado por el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puerto, después de explicar que el Ejecutivo tenía varias posibilidades: ceder y negociar con los soberanistas, mandar al Ejército y a la Guardia Civil para que no se celebrara la consulta o “la más difícil”, la que adoptó el Gobierno, que consistió en “no ceder nada” y exigir que se cumpliera la ley.

“Eso supone sufrir la incomprensión o desprecio de los que quieren la primera versión o la segunda, la de 'hay que negociar para que no se haga', y de los que quieren la segunda versión: los órganos corporales en la mesa", afirmó, para admitir que "no era nada fácil”.

La ‘número dos’ del PP defendió que el Gobierno de Rajoy “no ha cedido nada, pero nada, a un Gobierno para que cumpliera la ley”. “Ha sido el único de toda la historia de la democracia”, destacó, para apuntar seguidamente que el Ejecutivo no estuvo acompañado “por nadie entre las soflamas, la equidistancia y los que querían la separación”.

Cospedal puso en valor que el Ejecutivo consiguió, además, que “el simulacro” no tuviera “ninguna transcendencia internacional”. “El Gobierno ha hecho algo trascendental, no ceder un ápice a los que querían terminar con el sistema”, dijo, para defender el mantenimiento del modelo constitucional y la Monarquía parlamentaria.