Los neurólogos se expresaron así en un comunicado enviado en vísperas del Día Mundial del Parkinson, que se conmemora este sábado, 11 de abril.

"Uno de los aspectos a mejorar es el diagnóstico temprano del párkinson", ya que los últimos estudios publicados al respecto indican que en España se tarda una media de uno a cinco años desde que aparece el primer síntoma hasta que se obtiene el diagnóstico y que casi un 20% de los enfermos tienen que esperar más de cinco años, afirmó Matías Arbelo, coordinador del Grupo de Estudio de Trastornos de Movimiento de la SEN.

El doctor Arbelo explicó que el problema es que no se dispone en estos momentos de marcadores biológicos que confirmen la sospecha clínica, "y aunque las técnicas de neuroimagen funcional pueden servir de apoyo, a veces es complicado diferenciar la enfermedad de párkinson de otras patologías que cursan con trastornos del movimiento o temblor".

El especialista añadió que el retraso en la confirmación de la enfermedad hace a veces que la eficacia terapéutica de los tratamientos sea menor, por lo que consideró "necesario" mejorar los tiempos de diagnóstico.

Otro aspecto que a juicio de este experto ha de tenerse en cuenta, en este caso en la investigación, es el del diseño de tratamientos individualizados, puesto que se sabe que la enfermedad no cursa de igual forma en todos los pacientes.

"Es necesario avanzar en tratamientos individualizados que permitan actuar desde fases tempranas sobre distintos tipos de sustratos de enfermedad", declaró.

En base a las últimas estimaciones de los neurólogos, en España hay entre 120.000 y 150.000 personas con párkinson, una enfermedad de la que se diagnostican unos 10.000 nuevos casos cada año y que afecta, en su mayoría, a los que superan los 60.

Relacionado con este último punto, el de la edad, la Sociedad Española de Neurología alerta de que en un 15% de los casos, los pacientes no tienen más de 45 años.