El convoy viajaba por la denominada Ruta Lithium, al norte de Qala-i-Nao, escoltando a efectivos del ejército afgano, dentro de una de las patrullas que normalmente realizan conjuntamente.

Según confirmaron a Servimedia fuentes militares, de repente comenzaron a recibir disparos de la insurgencia, lo que provocó que las tropas españolas entraran en combate en un fuego cruzado.

En medio del intercambio de disparos, el convoy intentó replegarse para defenderse de los insurgentes. En uno de esos movimientos, el BMR en el que viajaba el soldado Romero Meneses pisó una mina, que provocó la muerte del militar español de origen colombiano.

Pese al "shock" que para los militares supuso el impacto, destacaron dichas fuentes, los soldados prosiguieron de inmediato el combate con suma profesionalidad.

Un portavoz del Ministerio de Defensa señaló a Servimedia que esta rápida respuesta de los militares y el blindaje especial del BMR evitaron que hubiese más víctimas en el ataque.

Este tiroteo con la insurgencia se saldó con la muerte de tres atacantes, así como con la incautación de una gran cantidad de armamento y munición.

Las primeras hipótesis con las que se trabaja en la investigación abierta es que la mina anticarro tipo plato que acabó con la vida del soldado Romero Meneses fue manipulada y cargada con gran cantidad de explosivos.

Las fuentes consultadas por Servimedia indicaron, entre las hipótesis de trabajo, se baraja que la mina pudiese estar manipulada hasta el punto de incluir explosivos para ser activados por control remoto.

El blindado BMR en el que viajaba el soldado fallecido y sus seis compañeros heridos quedó destrozado fruto de la fuerte deflagración, que además dejó un gran agujero en la carretera.