Discapacidad. Estudiantes sordos reclaman su derecho a contar con adaptaciones para aprender idiomas extranjeros

- Solicitan intérpretes de lengua de signos para poder seguir las clases y uniformidad de criterios a la hora de ser examinados

ALICANTE
SERVIMEDIA

"No queremos que se nos excluya". Alumnas y alumnos sordos reivindicaron, en el marco del primer Seminario sobre Alumnado Sordo y Universidad celebrado los días 26 y 27 de marzo en Alicante, su derecho a contar con adaptaciones y recursos que faciliten su aprendizaje de idiomas extranjeros.

Los estudiantes solicitan contar con intérpretes de lengua de signos para poder seguir las clases, una cuestión que aún está sin resolver en muchos casos, como se puso de manifiesto durante la celebración del seminario. “Al no considerarse formación reglada, no se obliga a los centros a ofrecer ese recurso”, señaló Pilar Escabias, profesora del Centro Superior de Idiomas de la Universidad de Alicante. “Nos preocupa que el alumnado sordo abandone el estudio de idiomas, algo fundamental no sólo para obtener un grado universitario, sino también para estudiar en países extranjeros, encontrar un trabajo o promocionar en él”.

Otra de las cuestiones que se pusieron de manifiesto fue la falta de uniformidad en los criterios que aplican los centros a la hora de examinar a un estudiante sordo de una lengua extranjera, como puede ser el caso del inglés. “En algunos casos se nos exime de las pruebas de ‘listening’ y ‘speaking’, mientras que en otros se nos obliga a realizarlas”, señalaron los propios alumnos. “Al ser personas sordas no es lógico que nos exijan el cumplimiento de esas competencias, como tampoco lo es que por el hecho de no tener que cumplirlas, nuestra titulación en materia de idiomas pueda carecer del mismo valor que la del resto”, se quejaron.

El primer Seminario sobre Alumnado Sordo y Discapacidad se celebró durante los días 26 y 27 de marzo en Alicante, organizado por el Real Patronato sobre Discapacidad, la Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE), la Federación de Personas Sordas de la Comunidad Valenciana (Fesord CV) y la Universidad de Alicante, y con el apoyo de Bankinter, Renfe, la Comisión de Juventud Sorda de la CNSE y Jovesord, y contó con la participación de más de 100 personas.

ESCASEZ DE ALUMNADO SORDO EN LAS UNIVERSIDADES

Otro de los temas que se abordaron fue el reducido porcentaje de alumnos sordos con titulación universitaria: solo un 7%, según el Informe Olivenza 2014 del Observatorio Estatal de la Discapacidad.

La CNSE mostró su preocupación por estos datos y pidió la colaboración de las administraciones educativas. Para Carolina Galiana, vicepresidenta de FESORD CV, vocal del Consejo de la CNSE y miembro del claustro de estudiantes de la Universidad de Alicante, las dificultades en el acceso del alumnado sordo a las universidades no empiezan cuando se matriculan, sino mucho antes. “Necesitamos contar con una educación bilingüe que incluya la lengua de signos durante la etapa del colegio, en el bachillerato y durante los ciclos formativos”, explicó. “Sin una escuela verdaderamente inclusiva para las personas sordas, difícilmente mejorará ese porcentaje”.

Galiana puso de relieve lo importante que es “contar con las propias organizaciones de personas sordas para alcanzar una universidad inclusiva y saludable en la que cada alumno sordo disponga de las adaptaciones y recursos que le sean necesarios”.

En el Seminario se mencionó el caso de entidades como la Fundación ONCE que ofrecen distintas becas y programas para la inclusión de las personas sordas en el ámbito universitario, especialmente en materia de movilidad internacional.

Isabel Martínez Lozano, comisionada de Fundación ONCE para Universidades, Juventud y Planes Especiales, explicó que “a través de esta iniciativas queremos favorecer la igualdad de oportunidades y la participación del alumnado con discapacidad”.

APUESTA POR LA ACCESIBILIDAD

En el transcurso del seminario, distintos estudiantes sordos relataron su experiencia en centros como la UNED, la Universidad Complutense, la Carlos III de Madrid, o las universidades de Vigo, Sevilla, Cádiz, Valencia, o Granada. Todos ellos coincidieron en resaltar que la clave está en la accesibilidad. “El alumnado sordo es muy heterogéneo y, por tanto, es necesario que las universidades sean capaces de adaptarse a sus necesidades específicas, ya sea a través de ayudas técnicas, adaptaciones curriculares, tomadores de apuntes o intérpretes de lengua de signos”, recalcó Carolina Galiana.

Este último es el recurso más demandado por los universitarios sordos, según aseveró Ana Belén Andreu, de Unidis (Centro de Atención a Universitarios con Discapacidad de la UNED). Sin embargo, según recoge un estudio de la Fundación Universia, de las 76 universidades existentes en España, solo 42 dicen contar con servicio de intérpretes.

Algunos alumnos presentes en el Seminario denunciaron la falta de flexibilidad existente a este nivel: “Muchas veces las universidades no cubren todo nuestro horario lectivo e incluso, en algunas, si suspendes una asignatura pierdes el derecho a solicitar intérprete cuando te vuelves a matricular”.

Asimismo, solicitaron a los centros que no olviden que dadas las exigencias de las carreras, los estudios de máster, etc, cada vez son más necesarios intérpretes cualificados: “No es solo una cuestión de cantidad, sino de calidad”.

En este sentido, Carolina Galiana animó a los estudiantes sordos a denunciar cualquier situación discriminatoria. “Los derechos del alumnado sordo son los mismos que los del resto” afirmó. “Existen leyes por las que se reconocen las lenguas de signos españolas y se regulan los medios de apoyo a la comunicación, y la Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, garantiza la igualdad de oportunidades de este colectivo”. Además, Galiana recordó que la CNSE ha elaborado un guía de autodefensa para personas sordas, que ofrece información y herramientas útiles para realizar cualquier solicitud o reclamación.

Durante el seminario se propuso la creación de una comisión de estudiantes sordos universitarios que, en colaboración con los servicios de atención a la discapacidad de las universidades, den respuesta a las demandas de este alumnado.

(SERVIMEDIA)
30 Mar 2015
BPV/pai