Ampliación

España considera que la muerte del cabo Soria en Líbano demuestra la importancia de la misión de la ONU

MADRID
SERVIMEDIA

El secretario de Asuntos Exteriores, Ignacio Ybáñez aseguró este jueves que la muerte en Líbano del cabo español Francisco Javier Soria Toledo pone de manifiesto la importancia de la Fuerza Interina de Naciones Unidas para Líbano (Finul) para estabilizar un país cuya “fragilidad es preocupante”.

Así se pronunció Ybáñez durante la Comisión de Asuntos Exteriores del Senado, en la que dio cuenta de la situación en Oriente Próximo y el norte de África.

El pasado día 28 de enero el cabo Soria falleció en Líbano como consecuencia del intercambio de disparos y lanzamiento de material explosivo entre Israel y el grupo terrorista Hezbolá.

En ese sentido, Ybáñez explicó que la muerte del soldado español manifiesta “la debilidad del sur de ese país y la importancia de la misión internacional”.

Del mismo modo, subrayó que la “fragilidad” de Líbano es “preocupante”, al tiempo que recordó que se seguirá trabajando para desarrollar los principios de la conferencia de Berlín (2014) y para que ese país elija presidente.

A su vez, Ybáñez reconoció que en esa región se están produciendo “desarrollos positivos”, entre los que destacó la “apertura política y la toma de conciencia de la sociedad”.

Por ello, explicó que España, como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, apoyará “procesos inclusivos” y velará para que la política de vencidad (movimiento que busca estrechar relaciones entre la UE y sus vecinos, principalmente los de la cuenca mediterránea) no sea postergada y sea un referente.

Entre los ejes de esa política de vencidad única enumeró que sea más flexible en su ejecución, más estratégica en el uso de la diferenciación, desarrolle la cooperación regional y sea más próxima a los ciudadanos.

MAGREB

Ybáñez destacó que el ámbito mediterráneo es un espacio de “cooperación preferente en el que España quiere jugar un papel activo”.

Por esa razón, manifestó que Marruecos y Argelia son dos países prioritarios para España, a los que definió como “socios estratégicos, con quienes se mantienen relaciones intensas y fructíferas, sobre todo en lo económico.

Con Marruecos manifestó que se se pretende mejorar las relaciones bilaterales en materia antiterrorista, la inmigración y la lucha contra los flujos irregulares de personas. Esto demuestra, a su juicio, que con ambos países “hay una intensa red de intereses recíprocos”.

En Marruecos, país importante en el Magreb, Ybáñez enumeró que es necesario fomentar la “cooperación y la presencia de empresas españolas en sectores estratégicos como la pesca”.

En Libia España apoya el desarrollo de “un proceso inclusivo de diálogo en el que se incluya a cada parte en conflicto”, que desemboque en un Gobierno de Unidad Nacional, lo que permitirá paliar la influencia del grupo terrorista Daesh, que tiene “implicaciones locales, regionales y mundiales”.

Por ello, mostró el apoyo de España al enviado especial del secretario general de la ONU para Libia, Bernardino León, así como la necesidad de diálogo con “socios claves” como Egipto.

En la cuestión del Sahara Occidental, cuando se cumplen 40 años del final de la autoridad política sobre la zona, España apoya una solución “política justa, duradera y mutuamente aceptable que reconozca el legítimo derecho del pueblo saharaui a la libre determinación en el marco de las resoluciones de la ONU”.

Además, recordó que éste es un asunto en el que el pueblo español es sensible, sobre todo el punto de vista humanitario. Por ello, celebró que los presupuestos incluyen 7.6 millones de euros de cooperación allí, lo que convierte a España en el primer socio bilateral, “a pesar de la austeridad presupuestaria”.

ORIENTE PRÓXIMO

En el conflicto de Oriente Próximo, Ybáñez insistió en que España está dedicando “muchos esfuerzos porque éste es el paradigma de los conflictos”, al mismo tiempo que mostró su precupación por el bloqueo del proceso de paz, por la desconfianza mutua y el debilitamiento de las posiciones moderadas en ambas partes.

Además recordó que cualquier acto unilateral, como la expansión de los asentamientos y la judicialización del proceso, alejan la posibilidad de “una solución duradera”.

Por ello, defendió que España propondrá una resolución , basada en los parámetros internacionalmente reconocidos, que puede ser “el primer paso, que no la solución”. Esto, a su juicio, debe ser pactado previamente para conseguir el conseso.

En Siria, un conflicto que ha dejado más de 320.000 muertos, seis millones de desplazados internos y tres millones externos, España defiende solución política basada en un acuerdo entre Gobieno y oposición, basado en los parámetros ded Ginebra de 2012, que desemboque en un Gobierno de Unidad Nacional que evite la consolidación de Daesh y otros actores terroristas.

Además, manifestó la necesidad de fomentar la participación de Turquía en la región y que se trabaje para que Rusia e Irán se impliquen más en el proceso.

En Iraq mostró un apoyo continuo al Gobierno de Unidad, su primer ministro y el proceso de reformas, ya que “sólo desde reformas sólidas podrá enfrentarse a amenazas como Daesh”.

Además, recordó el envío de 300 soldados que formarán a una brigada iraquí. Parte de los efectivos y del material han llegado con el apoyo de EEUU y Kuwait que están colaborando para que este transporte se lleve a cabo sin amenazas.

Por último ,además de apoyar la oportunidad histórica que supone la posibilidad de alcanzar un acuerdo nuclear conIrán, apoyó que el yihadismo tiene que ser derrotado en el plano de las ideas, y, para ello, se tienen que contar con los “mejores cerebros intelectuales y universitarios árabes”.

Ello le sirvió para reivindicar la importancia de la Alianza de las Civilizaciones propuesta por el anterior Gobierno y apoyada por el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo.

(SERVIMEDIA)
05 Mar 2015
MST/gja