En los pasillos del Congreso, Casado indicó que Pedro Sánchez dijo que once millones de españoles –los que representa la bancada popular- no tenían vergüenza y “vino a decir que él es muy limpio”, a lo que añadió que “no solo lo somos, sino que limpiamos en nuestro partido a quienes no han sido limpios”. “Él", agregó, "tiene que acreditar si va a cumplir su palabra y va a pedir el escaño a aquellas personas imputadas que dijo que iba a pedir”. “El problema lo tiene en Andalucía”, apostilló.

Por otra parte, opinó que la intervención de Sánchez fue un “discurso muy focalizado a su bancada” y pese a ello “no le ha salido muy bien”, mientras que el presidente del Gobierno realizó una intervención “mirando a los españoles a los ojos”, con la “humildad” de que “queda mucho por hacer pero con cierto orgullo nacional de que gracias a los españoles hay unas cifras irrefutables” de recuperación económica.