Según informaron los ecologistas, el suceso ocurrió el domingo 31 de enero, "el último día del periodo general de la caza de la temporada 2009-2010 de la paloma y el zorzal" en la zona costera de Cádiz.

La ONG asegura que el ave presentaba en su ala izquierda "heridas a consecuencia de varias perdigonadas", tiro que "le causó la caída inmediata al suelo".

"Afortunadamente", según relatan los ecologistas, "el ave no presenta gravedad, gracias a la colaboración de unos ciclistas que pasaban por allí", que la rescataron y se pusieron en contacto con la organización.

Según recuerdan, el Pinar de la Algaida "está considerado por biólogos, naturalistas, científicos y ornitólogos como uno de los pocos reductos naturales más importantes de la Península", por su población de aves rapaces, a pesar de su escasa extensión, de cerca de 700 hectáreas.

El milano real, el milano negro, el busardo ratonero, la culebrera europea, el cernícalo vulgar, el halcón peregrino, el búho chico o el búho campestre son algunas de las aves que habitan este espacio.

Ante "este acto barbarie", Ecologistas en Acción pide "el cierre definitivo del coto privado de caza en el Pinar de la Algaida" y muestra "su desprecio más rotundo hacia la persona o personas que hayan consumado este suceso".

En su opinión, esto "demuestra que todavía hay cazadores que no respetan las leyes medioambientales".