La representante del Ministerio Público aseguró, en el turno de conclusiones del juicio que está celebrando la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, que ha quedado demostrado que Otegi incurrió con sus palabras en un delito de enaltecimiento del terrorismo.

Para empezar, Rodríguez afirmó que el homenaje a Sagarduy en Amorebieta no fue convocado por asociaciones culturales de la localidad, tal y como han sostenido los acusados y varios testigos de la defensa, si no que el acto fue organizado y planificado “por izquierda abertzale” siguiendo “la estrategia diseñada por ETA”.

La fiscal aseguró que Otegi se limitó en su discurso a “ondear la bandera de ETA” y a seguir los postulados de la banda terrorista, realizando “una defensa de los presos” etarras “en un homenaje público”.

“Lo que hizo Otegi fue ensalzar y elogiar la figura del etarra convirtiéndole en un referente, en un modelo a imitar”, señaló Rodríguez, quien añadió que “no hay que olvidar que Sagarduy esta preso por varios asesinatos”.

NELSÓN MANDELA

Otegi pronunció en el homenaje a Sagarduy un discurso en el que elogió “la lucha llevada a cabo por los presos vascos” y comparó al homenajeado con Nelson Mandela.

El líder de Batasuna dijo que Sagarduy, al igual que Mandela, “lucha contra la injusticia por conseguir un escenario democrático”.

También dijo que un País Vasco libre y “verdaderamente” democrático “no puede construirse sin lucha y sin compromiso” y cerró su discurso diciendo: “Se los debemos a los presos políticos y a tantos compañeros que han fallecido”.

La representante del Ministerio Público hizo referencia a las declaraciones de Otegi en el juicio, en concreto a su rechazó a condenar explícitamente la violencia de ETA a pesar de realizar un alegato previo a favor de “una solución pacífica del conflicto”.

Al término de su declaración como acusado, que tuvo lugar el pasado miércoles, la presidenta la magistrada Ángela Murillo, se dirigió a Otegi y le preguntó: “¿condena usted rotundamente la violencia de ETA?”. “No voy a contestar”, fue la única respuesta del ex portavoz de Batasuna, a lo que la magistrada Murillo espetó “ya sabía que no iba a contestar”.

La fiscal Rodríguez lamentó que Otegi, al encontrarse ante “el momento oportuno para ratificar su intención de encontrar una solución pacífica” y desligarse de la violencia de la banda terrorista, diese “la callada por respuesta”.

Por último, la representante de la Fiscalía subrayó que el acto de Amorebieta se produjo ante “una multitud de personas” y que tuvo la difusión y la publicidad necesarias a través de los medios de comunicación, tanto escritos como audiovisuales.

BUSCA Y CAPTURA

Al igual que con Otegi, la fiscal Rodríguez solicitó un año y medio de cárcel para Itziar Galardi, a quien acusa de un delito de enaltecimiento del terrorismo con el agravante de ser reincidente.

Por su parte, las acusaciones populares, ejercidas por el Foro de Ermua y Dignidad y Justicia, solicitaron penas de entre cuatro años y medio y cinco años de cárcel para Otegi y Galardi así como para Josune Irakulis, a la que acusan en solitario sin la concurrencia de la Fiscalía.

Además, el pasado miércoles, la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional emitió una orden de busca y captura contra Jon Emparantza y Estanislao Etxaburu, quienes tenían que haberse sentado en el banquillo de los acusados junto con el ex portavoz de la ilegalizada Batasuna pero que no acudieron a su cita con la justicia.

Galardi, Irakulis, Emparantza y Etxaburu están acusados en esta causa por haber intervenido durante el homenaje tributado al etarra Sagarduy en Amorebieta. Todos ellos son dirigentes de diferentes plataformas y organizaciones de apoyo a los presos etarras.

Tras escuchar las conclusiones de las acusaciones y de las defensas –quienes pidieron la libre absolución de sus clientes-, la presidenta Murillo pronunció el visto para sentencia.