RSC. Acnur y la Fundación IKEA lanza una campaña para iluminar los campos de refugiados

MADRID
SERVIMEDIA

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y la Fundación IKEA han puesto en marcha, por segundo año, la iniciativa solidaria ‘El poder de la luz’, para instalar iluminación sostenible en campos de refugiados, mejorando la calidad de vida, la seguridad y el acceso a los estudios de los niños y niñas de los campos de refugiados de Etiopía, Chad, Bangladesh, Jordania y Sudán.

La campaña se desarrolla en todas las tiendas IKEA del mundo desde este domingo hasta el 28 de marzo de 2015, periodo durante el cual por cada bombilla LED que venda IKEA, su fundación donará un euro a Acnur. Durante 2014, esta iniciativa recaudó 7,7 millones de euros para Acnur. De ellos, casi medio millón se recaudaron en las 15 tiendas de IKEA en España.

Con la cantidad donada en 2014, Acnur ha suministrado luz y energía sostenible a más de 350.000 niños y sus familias en los campos de refugiados de Etiopía, Chad, Bangladesh y Jordania, proporcionándoles faroles y lámparas solares y otros sistemas de energía renovable, como cocinas de bajo consumo.

La campaña también ha permitido formar a algunos refugiados en teoría e instalación de energía solar y ha ayudado a mejorar la calidad de la educación primaria. Este año se pretende beneficiar a 380.000 refugiados. En total, están bajo el amparo de Acnur 12 millones de refugiados, la mitad de ellos mujeres y niños.

ACTIVIDADES COTIDIANAS

Este es el caso de Khotija, una estudiante de 14 años que tiene un futuro mejor gracias a esta iniciativa entre la Fundación IKEA y Acnur. “Me gusta la escuela, donde puedo encontrar a mis amigos y aprender cosas nuevas todos los días”, comenta esta niña desde la escuela secundaria de AsharAlo, situada en el campamento Kutupalong (Bangladesh), donde vive con su familia.

Del mismo modo, parte los fondos recaudados en 2014 se han destinado para ayudar a unos 11.000 refugiados sirios que viven en el campo de refugiados de Azraq (Jordania), proporcionándoles linternas y farolas solares para cargar teléfonos móviles e iluminar las calles y viviendas.

La iluminación permite también a los adultos continuar trabajando y celebrar reuniones de la comunidad después del atardecer, ya que en los campos de refugiados la vida acaba tras la puesta de sol. Asimismo, ofrece la oportunidad de seguir realizando actividades cotidianas, como salir al servicio o regresar a las tiendas de campaña, cuando ya no hay luz.

(SERVIMEDIA)
01 Feb 2015
BCR/gja/caa