Médicos Sin Fronteras Bélgica suspende sus actividades en Sudán
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La sección belga de Médicos Sin Fronteras (MSF) anunció este jueves la suspensión de sus actividades en Sudán por la negativa reiterada de las autoridades del país a permitir el acceso de la organización a las comunidades más necesitadas.
Médicos Sin Fronteras Bélgica centraba su intervención en tres regiones del sur del país afectadas por el conflicto, donde cientos de miles de personas desplazadas requieren asistencia, según informó hoy esta organización humanitaria.
“La negativa total a facilitar el acceso al Estado de Nilo Azul, el cierre obligatorio de las actividades en el Estado de Darfur de Este y los obstáculos y el bloqueo administrativo en Darfur del Sur impiden a MSF responder a las emergencias médicas que sufren esas zonas”, añade.
Bart Janssens, director de Operaciones de MSF Bélgica, afirmó que el planteamiento del Gobierno sobre la presencia humanitaria internacional en las áreas en conflicto “se reveló con crudeza la semana pasada, cuando un caza de las Fuerzas Aéreas de Sudán bombardeó un hospital de MSF en el estado de Kordofán del Sur”.
“El Gobierno usa las muchas maneras de cortarnos el acceso a la gente más necesitada. Las reuniones de alto nivel a las que hemos asistido nos han dejado claro que la asistencia humanitaria a la población más afectada por el conflicto en Nilo Azul y el sur de Darfur seguirá bloqueada en tanto que se priorizan las operaciones militares sobre la intervención humanitaria”, añadió.
MSF ha visto cómo se le negaba reiteradamente el acceso a la región de Nilo Azul, donde se inició en el otoño de 2011 el conflicto entre las Fuerzas Armadas Sudanesas y las milicias del Ejército de Liberación del Pueblo Sudanés-Norte (SPLA-N, en siglas inglesas).
OBSTÁCULOS DESDE 2011
En 2011 y 2012, los equipos de MSF en campos de refugiados cercanos a la frontera con Sudán del Sur se enfrentaron a una catástrofe que llevó a unos 100.000 refugiados sudaneses a atravesar aterrorizados la línea fronteriza. Muchos murieron en el camino y otros fallecieron por su extrema debilidad nada más llegar a Sudán del Sur. Las tasas de mortalidad en esos campamentos llegaron a doblar los límites establecidos para declarar una situación de emergencia.
Médicos Sin Fronteras señaló que, desde que comenzó el conflicto en Nilo Azul, la región se ha convertido en zona restringida sin que se permita el acceso a trabajadores humanitarios internacionales.
En la ciudad de Shaeria, en Darfur del Este, MSF tenía un hospital y un proyecto de clínica móvil. En diciembre de 2012, los miembros del equipo fueron repentinamente detenidos y evacuados de la zona. La organización continúa sin trabajar en la zona.
En el campamento para desplazados de El Sereif, cerca de Nyala (capital de Darfur del Sur), se impidió que el equipo de MSF ampliara sus recursos de emergencia. La organización realizaba allí un proyecto médico, pero el pasado mes de marzo se negó la entrada a un equipo de especialistas de emergencia llamados para dar respuesta a la llegada de un importante grupo de desplazados que huían de la violencia.
“Hemos llegado a la triste y desesperante conclusión de que en las actuales circunstancias no podemos hacer nuestra labor de emergencia para salvar vidas en tres importantes regiones afectadas por el conflicto de Sudán, donde se nos necesita enormemente", apuntó Janssens.
Las últimas estadísticas de la ONU sobre Darfur muestran que en 2014 hubo unos 400.000 desplazados (un total de 2,3 millones en todo el país) y que 6,9 millones de personas necesitan asistencia humanitaria.
(SERVIMEDIA)
29 Ene 2015
MGR/gja