El consejero delegado de la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo (EMVS), Fermín Oslé, y los consejeros de la Comunidad de Madrid de Presidencia y Vivienda, Salvador Victoria y Pablo Cavero, presenciaron hoy cómo las últimas familias dejan sus chabolas para integrarse socialmente. En Madrid sólo quedan, así, los poblados chabolistas de la Cañada Real y El Gallinero, con los que se procede con un tratamiento específico.

El convenio entre Ayuntamiento y Comunidad, firmado en 2008, incluía cuatro núcleos chabolistas y barrios de tipología especial (El Cañaveral, Las Mimbreras, El Ventorro y Santa Catalina) donde residían 499 familias.

La inversión prevista era de 110 millones de euros, aportados al 50% por el Instituto de Realojamiento e Integración Social y la EMVS, para la demolición de las infraviviendas y el realojo de los residentes que cumplieran los requisitos fijados en el convenio.

Las administraciones regional y municipal han llevado a cabo 445 realojos. En concreto, de El Ventorro hoy se realojan las últimas 16 familias gracias a una financiación a partes iguales entre Ayuntamiento y Comunidad por un total de 19,5 millones de euros.