Como ya hizo el viernes pasado, Bárcenas llegó a las 11.30 de la mañana a la Audiencia Nacional a bordo de un vehículo Citroën C4 negro, conducido por su hijo mayor. Descendió del coche ataviado con el mismo abrigo negro con el que llegó a las dependencias de los juzgado la pasada semana y saludó a los periodistas.

Estuvo en la planta segunda de la Audiencia Nacional por espacio de diez minutos y al salir aseguró a los informadores que le esperaban: “Ya he dicho todo lo que tenía que decir en la puerta de mi casa y no voy a hablar más”.

Efectivamente, unos minutos antes hizo declaraciones a los informadores que hacen guardia a la puerta de su domicilio. Insistió en que tiene pruebas "adicionales" de la `caja B´ del PP y confirmó la denuncia hecha por su abogado, Javier Gómez de Liaño, de que está siendo objeto de seguimiento por agentes del CNI.

Javier Gómez de Liaño, que dejará de representar al extesorero del PP, dijo en una entrevista televisiva que "ha habido seguimientos del CNI hacia Bárcenas y su equipo jurídico. Se sabe que a fiscales y a jueces, a veces, se les hacen seguimientos. Son seguimientos al margen del derecho".

El letrado ha denunciado estos hechos a los tribunales y se están investigando en una pieza separada que está bajo secreto sumarial. Según dijo Liaño en esa entrevista, "el Gobierno no ha enviado mensajes a Bárcenas para que guardase silencio, al menos siendo yo su abogado. No sé que les ocurrió a los otros abogados".