Preguntado al respecto en el coloquio posterior a su intervención en un desayuno informativo en Madrid, el lehendakari postuló que 36 años después de la aprobación de la Constitución "no es un anatema poder reflexionar sobre un modelo de Estado basado en la monarquía", y ese debate "no tiene por qué atacar los pilares del Estado democrático y de derecho".

Urkullu entiende que en las generaciones actuales "hay otra percepción", diferente a la de las que vivieron la Transición, en relación a la necesidad de que el Estado sea monárquico. El lehendakari, en todo caso, aseguró que a él ni le "preocupa" ni le "ocupa" la figura del actual jefe del Estado español, sino la crisis económica y sus efectos.

Sin embargo, admitió que sí le parece importante en el sentido en el que la crisis de la imagen de la institución monárquica afecta y se ve a su vez afectada a y por la crisis política e institucional en España.