En un comunicado, la ONG señala que el pasado 7 de enero la tormenta de nieve ‘Zina’ sumió en una atmósfera glacial al valle libanés de Bekaa, con fuertes vientos y nieve abundante. En esta zona, en la que trabaja Acción contra el Hambre, la mayoría de los refugiados sirios viven en apartamentos o casas pero el 28% se encuentra en campamentos improvisados y edificios en construcción.

La organización apunta que estas personas son extremadamente vulnerables y señala que, en algunos casos, los tejados han cedido por el peso de la nieve, llenando el interior de las viviendas nieve y barro. En otros lugares, las tiendas se han desplomado por completo, forzando a sus ocupantes a encontrar alojamiento en casa de sus vecinos.

En vista de esta situación, la decisión de intervenir se tomó de manera inmediata, asegura Rui Oliveira, director de Acción contra el Hambre en Líbano. “Era urgente quitar la nieve de las tiendas que se vieran afectadas. Hemos distribuido material de drenaje con el fin de quitar toda la nieve, así como bidones para que los refugiados pudieran contar con agua potable”, explicó.

En total, se han distribuido 37 kits de drenaje que contienen carretillas, palas e incluso rastrillos, así como 432 bidones a 2.746 personas en menos de tres días. “Acceder a las zonas más afectadas es un verdadero reto para los equipos por culpa de las condiciones meteorológicas extremas, pero Acción contra el Hambre ha conseguido proporcionar una respuesta en períodos muy cortos”, manifestó Oliveira.

En los próximos días, Acción contra el Hambre realizará nuevas entregas y adaptará su respuesta en función de las necesidades de los más vulnerables. Asimismo, ante esta ola de frío, la ONG también ha comenzado a distribuir prendas de invierno en los campos de refugiados de la región de Kurdistán.