El Rey alaba el "ejemplo de seriedad” de España durante el proceso de abdicación
- Pide "no olvidar lo que hemos conseguido juntos" en 36 años de Constitución
- Defiende que España es una "democracia consolidada" aunque debe "corregir los fallos" del sistema
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El rey Felipe VI alabó esta noche el “ejemplo de seriedad y dignidad” que España ofreció al mundo durante el proceso de abdicación de su padre, el rey Juan Carlos, y su proclamación como Rey el pasado 19 de junio ante las Cortes Generales.
El monarca reivindicó el proceso de sucesión al frente de la Casa Real durante el discurso de Nochebuena, su "primer mensaje de Navidad" como jefe del Estado y que definió como una oportunidad "de cercanía y de reencuentro" con todos los españoles.
El Rey reconoció que “estamos viviendo tiempos complejos y difíciles para muchos ciudadanos y para España en general". "La dureza y la duración de la crisis económica produce en muchas familias incertidumbres sobre su futuro; la importancia de algunos de nuestros problemas políticos genera inquietud; y las conductas que se alejan del comportamiento que cabe esperar de un servidor público, provocan, con toda razón, indignación y desencanto”, dijo.
Por ello, recordó que España se ha dado este año a sí misma y al mundo un “ejemplo de seriedad y dignidad” durante el desarrollo del proceso de abdicación “de mi padre el rey Juan Carlos y de mi proclamación como Rey”, de acuerdo con la Constitución.
Insistió en que “vivimos tiempos complejos y difíciles”, aunque reconoció que son tiempos “que debemos afrontar con responsabilidad, con ilusión y espíritu renovador”, por lo que “nos corresponde a los españoles de hoy continuar la tarea de labrar nuestro mejor futuro; que empieza ya, que ha empezado ya”.
CORREGIR FALLOS
Del mismo modo, asumió que los españoles “tengamos la responsabilidad de corregir los fallos y mejorar y acrecentar los activos de la España de hoy, con la vista puesta en futuro que nos pertenece a todos los españoles”.
A su vez, el Rey celebró que “somos una democracia consolidada” y que “disfrutamos de una estabilidad política como nunca antes en nuestra historia”, defendiendo que “nuestro marco constitucional nos ha permitido la alternancia política basada en unas elecciones libres y democráticas”, lo que ha provocado que “somos una nación respetada y apreciada en el mundo y con una profunda vocación universal”.
Felipe VI recordó que “como dije en mi discurso de proclamación, todo tiempo político tiene sus propios retos”, entre los que enumeró la necesidad de “regenerar nuestra vida política, recuperar la confianza de los ciudadanos en sus instituciones, garantizar nuestro Estado del bienestar y preservar nuestra unidad desde la pluralidad”.
En este sentido, reconoció que “no son tareas sencillas” ni “retos fáciles”, aunque mostró su confianza en que “los vamos a superar, sin duda” porque “tenemos el deseo y la voluntad”, además de “la confianza en nosotros mismos”.
El rey concluyó su mensaje felicitando la Navidad en los cuatro idiomas oficiales del Estado y extendiendo esa felicitación en “nombre de la Reina, de la Princesa de Asturias y de la infanta Sofía”, en un intento por unir el presente y el futuro de la Corona.
(SERVIMEDIA)
24 Dic 2014
MST/pai