Una delegación de este grupo de trabajo, formado por Frances Raday y Eleonora Zielinska, concluyó hoy su primera visita oficial a España, iniciada el pasado 9 de diciembre y que ha llevado a sus cinco integrantes a visitar Madrid, Sevilla, Málaga, Bilbao y Pamplona, según informó Naciones Unidas.

“España ha establecido una infraestructura legal e institucional innovadora para la igualdad de género. Antes de la crisis económica, este proceso había comenzado a aportar beneficios significativos para las mujeres”, señaló Raday, presidenta de este grupo de la ONU.

Sin embargo, Raday añadió que “se cuestiona si este proceso está actualmente estancado o en un estado de regresión” y que “hay indicios de que el sistema no ha resistido las presiones y las políticas adoptadas”.

Raday y Zielinska concluyeron que medidas esenciales para el empoderamiento socioeconómico de las mujeres se han visto “socavadas” en España, ya que alrededor del 70% de los trabajadores a tiempo parcial son mujeres y casi el 60% de ellas dicen que han sido incapaces de encontrar empleo a tiempo completo.

“En muchas comunidades autónomas se han visto reducidos las instituciones y los servicios esenciales para la conciliación de la vida personal y laboral, lo que restringe las oportunidades de las mujeres y obliga a algunas a regresar a los papeles tradicionales en el hogar”, subrayó Raday, quien añadió que, por el contrario, algunas regiones “han mantenido la decisión política de mantener los servicios, a pesar de las dificultades presupuestarias severas”.

VIOLENCIA DE GÉNERO

El grupo de trabajo consideró “alarmante” la prevalencia de la violencia de género en España, a pesar de los esfuerzos desplegados en la ley, la política y las administraciones, con casi 125.000 casos documentados el año pasado y una continuación de “asesinatos trágicos de mujeres y niños por parte de hombres violentos”.

En 2013, un total de 54 mujeres fueron asesinadas, algunas de ellas a pesar de las reiteradas peticiones para su protección y la retirada de los derechos de visita o custodia de su pareja o expareja.

Zielinska apuntó que “se ha demostrado que la respuesta de los trabajadores sociales, la policía, los fiscales y los tribunales, y su sensibilización y capacitación en materia de género, no han siempre sido adecuadas”. “La violencia de género está profundamente arraigada en la cultura machista y en las actitudes patriarcales, que se reproducen en los medios de comunicación e internet, y que influyen, en particular, en el comportamiento de los jóvenes”, agregó.

En este sentido, indicó que estos comportamientos “no han sido correctamente diagnosticados y tratados” y que, en lugar de ello, el Gobierno ha eliminado la asignatura de educación para la ciudadanía, “que contenía la educación en la igualdad de género y la eliminación de la violencia contra las mujeres”.

Por último, Raday y Zielinska acogieron con satisfacción la reciente retirada del anteproyecto de ley sobre derechos sexuales y reproductivos, que habría limitado el acceso de las mujeres al aborto seguro y legal.

Durante su visita de 10 días, Raday y Zielinska se reunieron con funcionarios del Gobierno central y de algunas comunidades autónomas, representantes de organizaciones de la sociedad civil, expertos y académicos. El grupo de trabajo presentará un informe completo con sus conclusiones y recomendaciones al Consejo de Derechos Humanos de la ONU en junio de 2015.