Comer carne roja con frecuencia aumenta un 20% las probabilidades de tener cáncer de colon

- Según se puso de manifiesto este miércoles en un foro de Sanitas sobre Los retos en el paciente oncológico

MADRID
SERVIMEDIA

Las personas que comen con frecuencia carne roja tienen un 20% más de probabilidades que las que no lo hacen de desarrollar cáncer colorrectal, un tumor "frecuente y potencialmente grave", según indicó este miércoles en Madrid Albert Abad, jefe de Servicio de Oncología Médica de la Unidad de Cuidado y Consejo Oncológico Iradier, del Campus Sanitas CIMA.

El doctor Abad intervino en un foro sobre 'Los retos en el paciente oncológico en el siglo XXI', organizado por Sanitas para contribuir al enriquecimiento de los conocimientos y actitudes en torno a las enfermedades oncológicas.

En su intervención en una mesa titulada 'El reto del diagnóstico precoz', el oncólogo habló de las bondades de la dieta mediterránea para prevenir enfermedades como el cáncer de colon, pero, aclaró, seguirla "no consiste en comer ensalada y bistec todos los días", ya que se ha visto que la ingesta de carne roja aumenta un 20% las probabilidades de padecer cáncer de colon.

Desde esta perspectiva, el experto recomendó que se consuman 10 gramos de fibra todos los días y recordó que la dieta mediterránea incluye mucha fruta, verduras y pescado y poca carne roja.

Y es que, aseguró el especialista, la mejor manera de afrontar el cáncer es no tener que diagnosticarlo, para lo que es muy importante llevar una vida saludable, es decir, apuntarse a la dieta mediterránea, vigilar el consumo de alcohol para que sea bajo, no fumar y "abolir la obesidad", además, claro, de hacer ejercicio físico moderado con regularidad.

Tanto el doctor Abad como el resto de expertos que intervinieron en la mesa sobre diagnóstico precoz aludieron a los programas de cribado poblacional para detectar tumores malignos en fases tempranas y coincidieron en señalar que este tipo de protocolos deben cumplir una serie de requisitos para implantarse.

Así, Miguel Ángel Lara, jefe de Servicio de Oncología del Hospital Universitario Infanta Leonor, explicó que para implantar el cribado, la enfermedad que se quiere detectar ha de tener una alta incidencia de mortalidad y debe encontrarse en una fase preclínica, además de realizarse con una prueba que haya demostrado alta sensibilidad y resulte poco molesta para el ciudadano. Igualmente, tienen que analizarse los riesgos que comporta su realización.

Sea como fuere, los expertos señalaron que en España existen programas de cribado poblacional de tumores malignos como el cáncer el de mama o el de colon, si bien en el segundo caso más de un 30% de la ciudadanía desconoce su existencia, y esto, pese a que de todos los episodios diagnosticados, un 17% provienen de este tipo de protocolos.

(SERVIMEDIA)
17 Dic 2014
IGA/gja